viernes, marzo 31, 2006

Žižec, Super Star


Ayer me fui al cine para mirar el documental sobre Žižec y vaya que valió la pena. El filósofo lacaniano-marxista, nacido en Eslovenia, sin lugar a dudas, es una estrella pop de la teoría cultural, lo cual, pienso no desmerece la calidad de su trabajo. Pero Žižec no sólo dice las cosas como son, sino que es un muy buen actor y comediante, se nota por qué es amante del cine, en fin, es todo un excéntrico. El hecho que se haya casado con una bella modelo argentina, una veintena de años menor que él, corrobora su excentricidad. Así lo podemos ver conversando con la cámara desde sus oficinas en el Instituto de Sociología en Ljubljana, en realidad, es su casa, lo tiene todo allí, desde su cama, pasando por su ropa interior, su retrato de Stalin en uniforme militar, hasta todas las traducciones de sus libros. Luego lo vemos en Buenos Aires en su presentación en la UBA, un lleno espectacular frente a un público heterogéneo en las edades, literalmente fans, mayormente de izquierdas, que quieren escuchar la receta secreta que cambie sus vidas. En este sentido, Žižec, que se toma muy en serio su trabajo, pero que no deja de reírse de sí mismo, afirma,aquí me vienen a ver porque la gente de izquierdas espera que yo les diga lo que tienen que hacer, la tarea de un filósofo no es esa, además agrega en otro momento, se nos ha vendido la idea de que el neoliberalismo ha venido para quedarse y no irse jamás. Posteriormente aparece haciendo apreciaciones críticas sobre el comportamiento de su hijito con sus juguetes, es progresista, señala, está disfrutando su momento narcisista. Quizás en Buenos Aires, Cambridge, NYC, quién sabe dónde, afirma: Si hay una amenaza que se cierne sobre el planeta, por ejemplo, un meteorito del espacio exterior, allí no necesitamos la filosofía, allí necesitamos a los mejores científicos y lanzar una bomba atómica y listo. Ante un acontecimiento de esa magnitud no podemos ponernos a hacer ejercicios filosóficos sobre la verdad de la inminente catástrofe. De pronto, Lacan aparece en la pantalla [en el 73 el gobierno francés logró que el afamado filósofo expusiera toda su teoría en la televisión nacional, :)enjoy yourself] y Žižec comienza, pero qué hace este hombre con esos gestos, con esa impostura, no puede ser real. En NYU expone con claridad sus críticas a la deconstrucción y a Derrida. Cuando una señora intenta deconstruirlo con sus preguntas, para finalmente afirmar que sus argumentaciones están demasiado cernidas a Lacan, que no hay una crítica de sus postulados, Žižec entonces desenvaina la espada y le dice: Mire señora, yo soy lacaniano y punto, no hay más. Acaso la Spivak o la Judith Butler tienen una posición crítica sobre Derrida, claro que no, cíteme un solo comentario crítico sobre Derrida, ningún deconstruccionista, entonces, pues. Al comienzo de su exposición ya había dejado las cosas claras sobre el lenguaje usado antes y después de la tan mentada posmodernidad. Mirando fijamente una botella de Té de una marca conocida, comenta, antes te decían esto es una botella de té, ahora te dicen, si podemos aceptar la posibilidad de que ese objeto exista, y que yo soy el que lo está mirando, entonces diremos que es una botella de té. Al final, te están diciendo lo mismo, en un caso sin retórica. Así la cámara, a la que Žižec no deja de mirar todo el tiempo, nos lleva hasta un programa de televisión de USA donde ha sido invitado para que hable de sus libros, el entrevistador se equivoca en decir su nombre, para luego preguntarle y cómo se pronuncia, equivócate nomás para que esté menos paranoico, le responde el filósofo. Agrega, antes tus padres te daban ordenes y había que cumplirlas, visita a la abuela y la visitabas, ahora tu padre te dice, es tu decisión que visites o no a tu abuela, pero […] ahora no solo tienes que visitarla sino también tiene que gustarte la vieja. Sobre su campaña política [ fue candidato a la presidencia de Eslovenia] lanza duras autocríticas, fui muy inocente, en el debate electoral cometí un error, hablé mucho, hablé más que todos los otros candidatos juntos. Žižec habla mucho, pero qué bien sabe hablar, él mismo reconoce que es un narcisista, que quiere que le escuchen, además es consciente de que al haberse convertido en un personaje popular, su hipervisibilidad le genera un peligro, los medios pueden caer en la tentación de retratarle como a funny man, su propia editora para los Estados Unidos, le pide más bromas en sus textos, pero a él no le importa, él sigue divulgando sus ideas, y sobre todo, lo cual para mí es lo más importante, sigue siendo tan sospechoso para el establishment como al principio: Vivimos en un mundo de libertades, un mundo donde la afirmación de Ivan Karamazov, “dios ha muerto, entonces todo está permitido,” tiene el significado contrario, “dios ha muerto, entonces todo está prohibido.” Nos dicen que somos libres, libres para seguir un modelo, Enjoy [sex] [but no much], pero el enjoy es inducido, un mandato, no hay libertad allí, todo está bajo control. Este es el mundo de hoy, cero libertad, pero enjoy. Lo mismo se podría decir del slogan que interviene Said en La Haine, el mundo es tuyo, una orden, que él subvierte, no, el mundo es nuestro. Es hora de subvertir el goce. Good Night and Good Luck.

5 comentarios:

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  2. Enrique, creo que "la haine" es un peliculón y me alegra que lo recuerdas ahora, pasados casi doce años de su exhibición. Es una de las pelis francesas mejores de la década de los 90 con "La vida soñada de los ángeles". Simpático el esloveno acurepado...Aunque ha puesto de modo esa pesima moda de psicoanalizar o ñembo filosofar sobre cualquier trivialidad hollywoodiense. Verbigracia, los comentarios sesudos sobre la insignificancia platónica de esa trilogia protagonizada por Keanis Reeves, ni sikiera recuerdo su titulo ahora...Prefiero "Existenz" de Cronenberg, simple y siniestra peli.Saludos

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  3. Enrike el loco del moderador me borro mi coment a Zizek!!!

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  4. Me resulta simpático Zizek. Todo él, natural, narcisita, mas firme y claro.

    Disfruto tus posts.

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  5. Me resulta simpático Zizek. Todo él, natural, narcisita, mas firme y claro.

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