Waltham, 18 de enero de 2007
¿Hablo por mí, ¿de mí? Ahora, toco mi zampoña y viajo en tren a través del hielo. Sigo buscando unos zapatos que me calcen. He nacido al revés e imagino columnas, paredes, un techo ¿Dónde, señor? ¿Hasta cuando seguiré caminando por dentro? ¿Es posible, acaso, vivir fuera del hogar, caminar fuera de ti mismo? Frente al castillo de Elsinore mi casa luce insignificante, ¿quién habitará, por cierto, el castillo de Elsinore? ¿Quién será el fantasma a quien mi casa venza? Mientras, he decidido expandir mis territorios para defenderme de mí mismo…
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ResponderBorrarLo que ella desconocía y lo que él descubrió, casualmente, fue que con certeza se habían conocido antes. Se habían conocido antes porque eran la misma persona, una repetición, una misma marca de nacimiento dibujada a punta de navaja en el árbol que hace las veces de cabeza.
ResponderBorrarsalutes