jueves, enero 17, 2008

Año Nuevo en Colán: Todo lo anterior más huevo frito

Las tres aves negras que se detuvieron sobre nuestras cabezas, sirviéndonos de sombrillas pa’ resguardarnos del rico calor de Colán, de seguro que eran un presagio. Tal vez, la respuesta la podríamos encontrar en la alegría desbordante de los propietarios de las hermosas casas de playa. Esto último es purita ironía. Más bien, Paita era la sospechosa, con su luna más sucia y descuidada que de costumbre. Por último, las teorías de la conspiración apelarían al amor de este pueblo reflejado en las únicas tres cosas, mas no ricas, en un mismo lugar que se podían degustar por las noches en este balneario: arroz chaufa, lomo saltado y filete. A 15 soles c/u de estos directos ganchos al hígado.

La realidad imita la ficción. La poesía sigue generando magia, aunque les pese a los envidiosos que ya no creen en ella. La poesía es una criatura de la noche que nace y se alimenta de tus sueños. Es como un Alien con un sentido del humor más desarrollado.

Soy muy neura con la hora así que en mi celular guardo el tiempo cronológico, en cambio, mi reloj suizo de pulsera registra el tiempo psicológico, el tiempo del Cuco, el tiempo de los juegos debajo de la mesa. Así que cuando el celular daba las doce en punto de la noche en Colán la gente, lógicamente, reventó fuegos artificiales y subió, a más no poder, el volumen de los equipos en las discos y bares, porque, ojo, no se contrató a ninguna orquesta. Así se pudo exprimir al 100% a los visitantes y residentes invirtiendo lo mínimo. Hasta el mítico Club Náutico que te ofrecía tres maneras costosas de pasar a lo bestia el fin del 2007 no contaba con música en vivo.

César y yo nos mirábamos extrañados porque para nosotros faltaba mucho para las doce, es decir, el 2008 tenía que llegar con un sello especial. Le contaba al poeta de los ochenta, mientras la bulla conmocionaba nuestras ultimas neuronas perdonadas por cortesía de Ron Cartavio, que en la contraportada de mi nuevo libro de poesía, Los Territorios Ocupados, aparecería una inscripción a la manera de un anuncio del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo, en letras rojas, muy grandes, se podría leer: EL PERÚ ESTÁ DE MODA. Abajo el lector se encontraría con un rectángulo negro, negrísimo. César añadió, “me gustaría que se apagara toda esta música, me molesta”.

De pronto a las doce de la noche de mi reloj de pulsera, la música desesperante se detuvo, la alegría cesó, ¿por qué?, la gente, desesperada, callaba y se confundía. Había sido desnudada, sin bulla y ropa donde encontrar refugio. Reinaba la conversación de los poetas, Rimbaud, Vallejo y Huidobro hicieron de las suyas para regalarnos una noche con velas parida del pasado, la poesía se anotó una victoria sobre el reggaeton por fin, los ochenta reaparecían frente a nosotros en toda su magnitud y reíamos y nos asombrábamos de que la gente necesitara de luz y ruido para ser feliz.

Un rey judío detuvo el camino del sol para ganar una batalla a la luz del día. La mano de un poeta oscureció el cielo de Colán en una foto el 31 de diciembre de 2007.

Lo demás es historia conocida. Regresó el fluido eléctrico y no nos dejaron zamparnos a la fiesta del Club Náutica. Nos echaron de otra. Así que por unas horas decidimos jugar al estilo de unos desamorados, Alien y Depredador, amenazando el sueño de nuestros hermanos burgueses.

¿Ah, por qué más huevo frito? En un local donde vendían desayuno, alrededor de la plaza principal de Piura, un cartel capturó nuestra atención completamente. Creo que ese cartel encierra la falta de precisión y especificidad peruana, la desconfianza con la que manejamos una lengua importada e impuesta. Ésa que nos hace cultivar desde niños el pásame eso, esto, aquello, sin nombre propio, sin razón. Ésa que acomodamos mejor cuando nos toca dar direcciones, ejercicio que, si han notado bien, nos cuesta mucho: Bajan esquina, grifo (que dejó de serlo desde hace diez años por lo menos), Pilas, puente...

En fin... Feliz año psicológico les desea la Fiesta del Fauno con todo lo anterior más huevo frito...





4 comentarios:

  1. Bien allí, detective salavaje, ven para piurix

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  2. Bien allí, detective salvaje, ven para piurix

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  4. claro que me dare mi vuelta por piura, estimado fabian, como lo hice la ultima ve, saludos al amigo carmona,

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