No sé si fue el chilcano del Juanito o mi viaje desde la cuadra cuatro de Angaraes hasta Barranco, pero me gustaría conversar sobre algunas cosas que me pasaron hoy. Esta tarde me di cuenta que todavía hay algo que comparten la gente de San Isidro con la gente de los barrios pobres de Lima. Huecos, compartimos huecos, pistas reventadas. Los apagones ahora se han transformado en pistas en reparación esparcidas por todos los distritos de Lima. El Perú avanza nos dicen, no sean quejosos, hay infiltrados en las marchas de las naciones indígenas de la selva peruana, los indígenas deben entender la globalización y no quejarse, deben salir sonrientes en los comerciales de Claro o Movistar, aprendan de Tongo carajo, les gritan, pero cómo se puede avanzar realmente si la mentalidad de los que ostentan el poder no ha cambiado, todo para los extranjeros y las elites, la ley para los peruanos de a pie. Regreso a Angaraes después de veinticuatro años y no ha cambiado nada. Los balcones sostenidos no se bien cómo, la misma precariedad y sordidez de las casas antiguas, las escaleras de madera podrida, niñas pobres de trece años calentando la cama a viejos de sesenta por un poco de dinero, por un techo. Cuando era niño mi padre me llevaba a Angaraes a presentarme a sus amantes. Saluda a tu tía, me decía. Yo vestido de marinerito las saludaba de una manera marcial, la misma manera en la que me educaron los dominicos adentro de los claustros de Rinconada de Santo Domingo, en el centro, mientras afuera el país no paraba de volar a pedazos. Esta mañana, justo, subieron unos gringos al couster que me conduciría al centro. Cuando me levanté del asiento choqué mi codo contra la cabeza de uno de ellos, escuché: “fuck you”. No me aguanté como el dueño de las cabinas de Internet de la calle Salguero en Surco que se dejó humillar por uno de estos extranjeros. Todo porque nos traen la tan bendita inversión extranjera. Bienvenido Mr. Marshall. O como el taxista que la noche pasada puteaba por todos los huecos que tenía que evitar, por las calles cerradas y sin embargo reconocía que el Perú Avanza. Esta fue mi respuesta: “Take it easy buddy. Welcome to Gotham City. This is the city where Batman failed and gone crazy”. [Tranquilo amigo. Bienvenido a Ciudad Gótica. Esta es la ciudad donde Batman falló y se volvió loco] ¿Cómo te llamas?, me preguntó el pelirrojo. “Mi name is The Joker. The Joker is Peruvian”. [Mi nombre es el Guasón. El Guasón es peruano]. Pero, dónde están el maquillaje y las cicatrices. “I don’t need make up, gringo. I don’t know how to laugh like the Joker, actually, my scars are from within”. [Yo no necesito maquillaje, gringo. No sé como sonreír al igual que el Guasón. Las cicatrices, en verdad, las llevo por dentro.]
esta muy bien tu post... en verdad de eso trata Me he puesto... x eso esta d PM tu post. Va pa la peña, man
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