domingo, enero 27, 2008

El REGRESO DE LA NARANJA MECÁNICA: EURO 88



El último logro como entrenador del maestro Rinus Michels fue consagrar a Holanda como el as de Europa en el 88. Una Generación de oro, la Holanda del 88: el rasta Gullit, El cisne Van Basten, Pata de mula Koeman, el todoterreno Rikjard. En esta oportunidad contaban con un arquero de verdad, este sí tapaba: Van Breukelen. El fútbol te da revanchas. Los tulipanes se dieron el lujo de eliminar a una Alemania Occidental (todavía no caía el muro, ojo) que jugaba de local en semifinales y se consagraron campeones en el mismo estadio, el mítico Olímpico de Munchen, escenario en el que perdieron la batalla del 74 con los mismos germanos, una de las grandes tragedias en la historia del fútbol. Es como si hubiera sucedido ayer, maravillándome en el viejo televisor blanco y negro con el golazo de volea de Marco Van Basten, anotado desde un ángulo imposible, pegarle así, sólo los dioses, por favor. Era la final contra mi favorita la URSS o CCCP de los grandes Dasaev y Belanov. Es que ese equipo holandés lo tenia todo para ganar, empezando por su camiseta, la más grosa (siguiendo a los amigos argentinos) de todos los tiempos.

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