martes, julio 15, 2008
SAMARKANDA
2751 años después Samarcanda se resiste a desaparecer de la imaginación de los hombres...
Samarcanda es una de las ciudades más antiguas del mundo aún habitadas. Prosperó debido a estar localizada en la ruta de la seda entre China y Europa.
Alejandro Magno la conquistó hacia el 329 a. C. Los griegos la llamaban Maracanda.
Al comienzo del siglo VIII Samarcanda fue sometida a control árabe. Bajo el poder del Abbasid, se obtiene el secreto de la fabricación de papel a partir de la confesión de dos prisioneros chinos capturados en la Batalla del Talas
en el año 751. Esto dio lugar a la primera fábrica de papel en el mundo islámico que se fundó en Samarcanda. La invención luego se extendió al resto del mundo islámico, y de ahí a Europa. Samarcanda fue saqueada por los mongoles de Gengis Kan en 1220.
El período timúrida fue el más significante para Samarcanda, entre los siglos XIV y XV. En 1370, Tamerlán decidió hacer de Samarcanda capital de su imperio que se extendía desde India hasta Turquía. Durante 35 años construyó una nueva ciudad, poblándola con artesanos de todas las regiones que había capturado. Tamerlán se ganó fama de sabio y generoso, y Samarcanda se convirtió el centro de la región de Transoxiana. Durante este tiempo Samarcanda tenía una población de alrededor de 150.000 personas.
Un siglo antes de los viajes de Marco Polo por la ruta de la seda, el embajador del rey castellano Enrique III, Ruy González de Clavijo llegó a Samarcanda en 1404, con la intención de crear una alianza con Tamerlán para guerrear contra los turcos, pero la prematura muerte de Tamerlán frustró estas intenciones, aún así todas estas experiencias fueron anotadas por González de Clavijo en el libro Embajada a Tamorlán. Como consecuencia de esta ilustre visita, existe un barrio en la ciudad llamado Madrid, primer nuevo Madrid y único en Asia.
Desde 1784 Samarcanda fue gobernado por los emires de Bujara. La ciudad pasó a manos rusas después de que la ciudadela fuera tomada por una fuerza bajo el coronel Alexander Abramov en 1868. Poco después la pequeña guarnición rusa de 500 hombres fue sitiada. El asalto fue dirigido por Abdul Malik Tura, el hijo mayor del Emir de Bujara, pero fue derrotado sufriendo fuertes pérdidas. Abramov, que por entoncés era general, se convirtió en el primer Gobernador de la Fuerzas Armadas Ókrug que los rusos establecieron a lo largo del curso del río Zeravshan, con Samarcanda como centro administrativo. El parte rusa de la ciudad empezó a construirse a partir de esta fecha, en gran parte, al oeste de la ciudad vieja. La ciudad se convirtió después en la capital del Óblast de Samarcanda en el Turquestán ruso y creció en importancia sobre todo cuando el ferrocarril Trans-Caspio llegó a la ciudad en 1888. En 1925 se convirtió en la capital de la República Socialista Soviética de Uzbekistán (RSSU), antes de ser sustituida en 1930 por Taskent, la actual capital de Uzbekistán. Taskent no posee ese aroma de noches orientales que con solo escuchar el nombre Samarcanda se nos manifiesta, sin embargo tambien cuenta con sus propios encantos, entre los que se encuenta su sistema de metro, el unico de toda Asia Central.
Registán
Uno de los paisajes más fantásticos en el Asia central, que definieron las reglas básicas de la arquitectura islámica entre el mediterráneo y el el subcontinente índio. La palabra Registán significa «lugar de arena», dado que fue construido sobre el lecho seco de un río. Fue el centro medieval de Samarcanda.
Se compone de tres grandes madrazas que rodean una gran plaza.
La Madraza Ulugh Beg, situada en el oeste se terminó en 1420 durante el gobierno de Ulugh Beg y contiene mosaicos con temas astronómicos. Contien alrededor de 100 estudiantes que enseñan las ciencias, la astronomía y la filosofía, además de la teología.
La Madraza Sherdar, situada en el este se completó en 1636 por el shaybánida Emir Yalangtush Bahadur como un reflejo exacto de la Madraza Ulugh Beg, con excepción de la decoración de dos rugientes leones (o tigres) que desafían la prohibición del islam de representar seres vivos.
La Madraza Tilla-Kari, en el medio se terminó en 1660 y cuenta con decoración dorada y un agradable patio. Construida también por el monarca Yalangtush.
Como dato curioso podriamos mencionar que el Cuzco y Samarcanda son ciudades hermanadas...
metro de Taskent, capital de Uzbekistan
Soy un amante de los trenes, esas maquinas me han maravillado desde infante, quizas desde que me regalaron mi primer trencito. En el blog ire introduciendo paulatinamente informacion sobre los diferentes metros del mundo, sobre todo los de ciudades poco conocidas ;)
En el metro de Takent tengo dos estaciones favoritas, Pushkin y Gorky, las ultimas paradas de la linea roja, la linea Chilonzor...
El metro de Tashkent fue el séptimo metro en construirse en la antigua URSS, inaugurándose en 1977.
Tamerlán
Tamerlán (del persa Timür-i lang), Tamorlán, Timur Lang, Timur Lenk o simplemente Timur el Cojo (más correctamente, Temür, su nombre turco de acuerdo con la grafía moderna) fue un conquistador, líder militar y político turco-mongol,[2] el último de los grandes conquistadores nómadas del Asia Central. Se le da por nacido en Kesh, Transoxiana, Asia Central, el 10 de abril de 1336 (25 Ša'bān, 736) aunque fecha y lugar son casi con certeza inventados y su nacimiento debería ubicarse entre finales de la década de 1320 y comienzos de la de 1330. Muerto en Otrar, en camino a conquistar China, el atardecer del 17 de febrero de 1405 (17 Ša'bān, 807).
Este noble musulmán de origen turco conquistó enormes extensiones de Eurasia en poco más de dos décadas. Entre 1382 y 1405 sus grandes ejércitos atravesaron desde Delhi a Moscú, desde la cordillera T'ian Shan del Asia Central hasta los Montes Tauros de Anatolia, conquistando y reconquistando, arrasando algunas ciudades y perdonando a otras. Su fama se extendió por Europa, donde durante siglos fue una figura novelesca y de terror, mientras que para aquellos involucrados más directamente en su trayectoria su memoria, siete siglos después, permanece aún fresca, ya sea como destructor de ciudades del Medio Oriente o como el último gran representante del poder nómada.
ENTREVISTA A ENRIQUE SERRANO, ESCRITOR COLOMBIANO, SOBRE SU NOVELA TAMERLAN (por Gianmarco Farfán Cerdán)
¿Cuál fue el proceso creativo de su novela Tamerlán y por qué eligió ese personaje como eje?
La novela Tamerlán la empecé a escribir cuando descubrí el personaje en Francia, en 1991. Me pareció muy interesante que alguien que había ganado siempre, hubiera resultado derrotado por la historia [esto que comenta Serrano me parece genial, sera acaso este el mismo destino de cierto Tamerlan Criollo, Alvaro Uribe, quien quiere convertirse en emperador de Colombia por haber acabado con la guerrilla, casi, que facil los latinoamericanos caemos en los autoritarismos, en tiempos de crisis como nos encantan, nos fascinan los dictadores y claro luego los enjuiciamos y no asumimos nuestra responsabilidad como sucedio con los peruanos que otorgaron todo el poder a Fujimori].
El pueblo turco, en este caso el pueblo al que pertenecía Tamerlán, era tan fiero como los mongoles, pero no era del todo nómada, y admiraba a los persas, pero nunca pudo tener la magnificencia del pueblo persa. Entonces, como estaba entre dos mundos, decidí escribir la historia de Tamerlán bajo el título de El Imperio inútil -así se llamaba- para mostrar como alguien…
Ese era el título inicial.
Sí… alguien que ha logrado todo para tener la ciudad más bella, la Samarcanda de sus sueños, los sabios, las construcciones y todo, sin embargo puede estar edificando en el vacío porque su imperio está condenado a la destrucción. Tal vez por sustracción de materia, porque no tenía con qué llenarlo. Entonces se me ocurrió, a partir de un incidente que encontré en la biografía, que alguien narrase –en este caso, un narrador persa- la historia desde el punto de vista neutral de alguien culto, sabio, menos poderoso que Tamerlán pero a la vez capaz de criticarlo y explicar las causas de su ruina. Esa historia que he encontrado un poco arquetípica -muy bella, muy poéticamente escrita en el Tamburlaine del famoso Christopher Marlowe (Inglaterra, 1564-1593)- a mi juicio, resistía. Además, había encontrado un poema de Borges sobre Tamerlán, y unas pequeñas cosas sobre esta trágica historia, que me sirvieron de motivación. No soy historiador, soy filósofo y comunicador social, pero mi adopción de la Historia es apasionada, una afición total.
TAMERLÁN (1336-1405) por Jorge Luis Borges
Mi reino es de este mundo [QUE MELLO, suave con Carpentier]. Carceleros
y cárceles y espadas ejecutan
la orden que no repito. Mi palabra
más ínfima es de hierro. Hasta el secreto
corazón de las gentes que no oyeron
nunca mi nombre en su confín lejano
es instrumento dócil a mi arbitrio.
Yo, que fui un rabadán de la llanura,
he izado mis banderas en Persépolis
y he abrevado la sed de mis caballos
en las aguas del Ganges y del Oxus.
Cuando nací, cayó del firmamento
una espada con signos talismánicos;
yo soy, yo seré siempre, aquella espada.
He derrotado al griego y al egipcio,
he devastado las infatigables
leguas de Rusia con mis duros tártaros,
he elevado pirámides de cráneos,
he uncido a mi carroza cuatro reyes
que no quisieron acatar mi cetro,
he arrojado a las llamas en Alepo
el Alcorán, el Libro de los Libros,
anterior a los días y a las noches.
Yo, el rojo Tamerlán, tuve en mi abrazo
a la blanca Zenócrate de Egipto,
casta como la nieve de las cumbres.
Recuerdo pesadas caravanas
y las nubes de polvo del desierto,
pero también una ciudad de humo
y mecheros de gas en las tabernas.
Sé todo y puedo todo. Un ominoso
libro no escrito aún me ha revelado
que moriré como los otros mueren
y que, desde la pálida agonía,
ordenaré que mis arqueros lancen
flechas de hierro contra el cielo adverso
y embanderen de negro el firmamento
para que no haya un hombre que no sepa
que los dioses han muerto. Soy los dioses.
Que otros acudan a la astrología
judiciaria, al compás y al astrolabio,
para saber qué son. Yo soy los astros [QUE BUEN VERSO CARAJO, YO TAMBIEN QUIERO].
En las albas inciertas me pregunto
por qué no salgo nunca de esta cámara,
por qué no condesciendo al homenaje
del clamoroso Oriente. Sueño a veces
con esclavos, con intrusos, que mancillan
a Tamerlán con temeraria mano
y le dicen que duerma y que no deje
de tomar cada noche las pastillas
mágicas de la paz y del silencio.
Busco la cimitarra y no la encuentro.
Busco mi cara en el espejo; es otra[TAMERLAN SE CONVIERTE EN BORGES, CUANDO NO].
Por eso lo rompí y me castigaron.
¿Por qué no asisto a las ejecuciones,
por qué no veo el hacha y la cabeza?
Esas cosas me inquietan, pero nada
puede ocurrir si Tamerlán se opone
y Él, acaso, las quiere y no lo sabe.
Y yo soy Tamerlán. Rijo el Poniente
y el Oriente de oro, y sin embargo…
[QUE BUEN REMATE, MEJOR QUE YOMPIAN, DONDE GANAN LOS QUE VAN, QUE BUEN REMATE, MEJOR QUE VAN BASTEN, NO ES QUE SEA IRRESPETUOSO CON EL POEMA, PERO TENGO QUE BAJARLE LAS PILAS A TAMERLAN PARA QUE NO REGRESE DE VERDAD, PORQUE SINO LA CANCION]
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