El director Sam Mendes ( Belleza Americana ) regresa con Revolutionary Road juntando a la pareja de Titanic, Leonardo di Caprio y Kate Winslet. Esta vez lo que se hunde no es el trasatlántico más grande del mundo, más bien, lo que rescataba esa película de comienzos de los noventas, el amor. Es una crítica implacable al modelo de vida americana. En Revolutionary Road, Sam Mendes sigue explorando y desacralizando los suburbios de América, pero esta vez desde el nacimiento del Alien , los cincuenta de Eisenhower y la automatización completa de la vida del hombre y la mujer occidental. La pareja de jóvenes esposos con un simple gesto conmocionan el sistema capitalista. Toman la decisión de irse a vivir a París y renunciar al suburbio en Connecticut y al trabajo en New York City. Los vecinos y los compañeros de trabajo se perturban. Pero responden muy a la americana manera: “Para nada son realistas, es una locura lo que piensan hacer, si quieren irse de aquí, si quieres abandonarnos”. En el fondo, los hipócritas que rodean a la pareja, bien quieren largarse, pero no pueden porque la máquina capitalista los ha convencido de que no hay otro mundo posible, hay que alimentar al monstruo con más jóvenes e impetuosos: Mr. Smith con sobrero, traje, corbata, casa, carro, esposa, dos hijos y una sonrisa.
Alguien quiere escapar de esta gran máquina o computadora del deseo, más bien, diría de muerte y hay que evitarlo. El real poder del sistema capitalista somos nosotros mismos, el ser humano. Si éste se cree el rollo o no, eso es lo de menos, mejor si no cree, lo importante es que exhiba la sonrisa idiota de felicidad y cumpla con eficiencia la misión encomendada. Si la persona renuncia, la máquina debe buscar una nueva pieza para afinar el engranaje, el chip que devuelva la normalidad al sistema. Eso sí, el que renuncia es estigmatizado como “el fracasado”. En resumidas cuentas, Revolutionary Road es una película de la pitri mitri, que te remueve las entrañas y algo más... Me hizo recordar el poema La Ciudad de Constantino Cavafis porque los personajes no pueden irse realmente y allí esta su tragedia, saben que su vida es una farsa y, sin embargo, hay una fuerza superior que los detiene, esa fuerza no es otra que la Ideología. No solo en los cincuenta nace la automatización completa de la vida, sino también uno de sus grandes aliados, el electroshock, máquina de tortura que permite domesticar a los que resisten la normalidad de la Buena Vida que tu favorita democracia te invita a disfrutar con total libertad. Eso sí, ella ya ha elegido por ti, tú solo tienes que fingir que eres libre. Justamente, uno de los personajes destacados en la película es un supuesto “demente” sometido al electroshock, el poeta matemático que canta la modernidad (post mortem) del mundo occidental: “The Hopeless Emptiness” [“El vacío sin esperanza”]
REVOLUTIONARY ROAD: LA NOVELA (1962)
"the Great Gatsby" de los cincuenta según Kurt Vonnegut. Primera novela de Richard Yates (February 3, 1926 – November 7, 1992). Considerado uno de los novelistas destacados del periodo de post-segunda guerra, conocido en Estados Unidos como "La edad de la ansiedad". Los cincuenta en Estados Unidos, siguiendo al autor, es el momento en que el spirit revolucionario del pueblo americano es ganado por la comodidad. Su crítica ácida a esa comodidad, vacío de la existencia, de los suburbios es el tema central de Revolutionary Road. En el 2005 fue considerada por Times como una de las cien mejores novelas en lengua inglesa del siglo XX.
Citas del autor...
Sobre los cincuenta:
I think I meant it more as an indictment of American life in the 1950s. Because during the Fifties there was a general lust for conformity all over this country, by no means only in the suburbs — a kind of blind, desperate clinging to safety and security at any price, as exemplified politically in the Eisenhower administration and the Joe McCarthy witchhunts. Anyway, a great many Americans were deeply disturbed by all that — felt it to be an outright betrayal of our best and bravest revolutionary spirit — and that was the spirit I tried to embody in the character of April Wheeler. I meant the title to suggest that the revolutionary road of 1776 had come to something very much like a dead end in the Fifties
Sobre la novela:
If my work has a theme, I suspect it is a simple one: that most human beings are inescapably alone, and therein lies their tragedy." The Wheelers are thwarted at every turn. Confronted with the painful truth of their ordinary existence and conflicts in their crumbling marriage, their frustrations and yearnings for something better represent the tattered remnants of the American Dream.
Es interesante que la obra de Yates ya no circule. Pienso que se debe a que las obras que dicen la verdad sobre Los Estados Unidos y lo que representa son condenadas a desaparecer de los estantes por las mismas personas que prefieren vivir la falsedad de una vida sin pimienta, pero con nutrasweet. No es necesario hacer una peli de science fiction como The Matrix para darnos cuenta de que este mundo capitalista ya es una Matrix en la vida cotidiana. No hay que echar mano de tantos efectos especiales para darse cuenta de lo obvio... Si quieren consultar el archivo de Richard Yates lo pueden hacer en Boston University, donde Yates fue profesor del programa de Creative Writing.
Leo en el San Francisco Chronicle...
'Road' brings Yates' masterpiece to the masses...
When he died in 1992, American novelist Richard Yates was all but forgotten by most readers, if widely worshiped by writers. His books, including his powerful and haunting novel "Revolutionary Road," had mostly fallen out of print and were available only in secondhand shops or via time-consuming online searches. Now, "Revolutionary Road," heralded by Kurt Vonnegut as "The 'Great Gatsby' of my generation," is likely to finally find the audience it deserves, and director Sam Mendes is glad to be the one making the introduction through his new film, a major contender in Sunday's Golden Globes, including nominations for best picture, best actor (Leonardo DiCaprio) and best actress (Kate Winslet).
2 comentarios:
Una película que logra crear una fuerte empatía con el espectador gracias a su guión. Además, hay que reconocer que Sam Mendes sabe elegir muy bien sus historias, su reparto y en general su equipo. Revolutionary Road denota una profesionalidad tan exquisita como artesanal, y la trama está narrada con grata templanza, intensificándose de forma regular con la interacción de la pareja protagonista. Por otra parte la gravedad de sus conflictos y la valía de sus actuaciones no se equilibran con el real interés de sus personajes, con lo que flaquea la fuerza necesaria para que las situaciones arrebaten el ánimo y trasciendan sus estampas de disputas comunes, singularizadas en ocasiones por la aportación de un gran Michael Shannon como hijo de Kathy Bates.
Impressive tu análisis Sofía.
Publicar un comentario