miércoles, enero 18, 2006

Héroes



Será cierto lo que me comentaba Augusto sobre Cáceres, será cierta esa terrible verdad, de que después de la Guerra con Chile juntó a todos sus campesinos armados en una placita de un pueblo de Ayacucho, será cierto tamaña barbaridad, convocó a todos los que lo habían apoyado en la guerra, a sus rabonas, a todos esos peruanos que dieron todo por una patria que no existía, que no era nada, Cáceres juntó a toda su tropa de hambrientos montoneros para darles una despedida oficial por los servicios prestados a la nación, les pidió que entregaran sus armas, que ya la nación había sucumbido, que ya no había razón para pelear más, los chilenos ya se irían pronto de aquí, cuando todas las armas fueron entregadas debidamente, se izó la bandera y todos cantaron el himno patrio con emoción, luego se procedió a ametrallar a todos los montoneros, a sus leales siervos, a sus rabonas, a sus mujeres y niños, simplemente porque ya había dejado de ser el héroe, ahora solo era el latifundista que no se podía dar el lujo de tener a campesinos adiestrados en las artes de la guerra, sueltos así en las haciendas, conocedores del manejo de las armas, si antes me reclamaban por las condiciones del trabajo, ahora se me pueden levantar en armas y nos podrían arrebatar lo que con tanto trabajo hemos conseguido, lo que nos ha costado siglos edificar, no nos podemos arriesgar a perder todo de la noche a la mañana, no nos perdonaríamos, ni mi mujer ni mis hijos, es mejor cortar el mal de raíz, aunque me duele porque me sirvieron bien y también a su nación, pero es necesario, inevitable, me duele mucho, pero tengo que hacerlo, no me puedo arriesgar a que ocurra una rebelión de mis campesinos, alimentados de miedo, sus descendientes se olvidarán del sacrificio que hicieron sus padres, finalmente quién va a saber algún día que yo hice esto, yo seré el presidente de mi nación y mi memoria será recordada con grandeza, mis hazañas ya están escritas por la historia, por Basadre, lo que realmente ocurrió, que no es una mentira, sino que es lo que le gusta a la gente escuchar porque con mi gloria he forjado nuestra identidad nacional, soy el que nunca se rindió, el que salvo el honor de la patria, el gran mariscal, tótem viviente, el orgullo de sentirse peruano, o es que todo esto también es simple producción televisiva.

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