jueves, julio 20, 2006
Las Gárgolas de Notre-Dame
A Michel Houellebecq
Francois llegó a la conclusión, luego de muchos años de investigación, que las gárgolas no eran unas criaturas demoniacas, mas bien representaban a los enemigos musulmanes, cátaros o albiguenses. Las iglesias góticas, las CNN de la época, según F., adoctrinaban con una extraordinaria maquinaria visual a sus creyentes. En realidad, F. estaba equivocado. Si hubiera prestado atención no a las piedras sino al espejo hubiera comprobado que las gárgolas de Notre–Dame no eran sino las imágenes congeladas de algunos desagradables parisinos. Las grotescas gárgolas, ciertamente, caminan por las calles de París, toman el Metro para ir al trabajo cada mañana, devoran ansiosamente delicias de baguette con jamón y mantequilla en las panaderías del Quartier Latin o desperdician muchos años de su vida investigando sobre el origen de las gárgolas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario