martes, febrero 20, 2007

Jean Seberg



El verano pasado, estuve por Paris unos dias y como buen poeta peruano tenia que hacer la visita obligada al cementerio de Montparnasse para tomarme un vinito y fumarme unos fallitos con el gran Cesar Vallejo. Hay muchos famosos enterrados alli, pero decidi caminar por las tumbas azarosamente en vez de seguir algun circuito preconcebido, asi visite los huesos apretujados de Baudelaire y familia, la tumba compartida entre Sartre y Simone de Beauvoir, de donde salian chispas, la del gran Sergei Gainsbourg, llena de flores y hasta con una radio que seguia proclamando su nouveau chanson al mundo entero...

Sin embargo, la tumba que mas me impresiono fue la desolada de la siempre bella Jean Seberg. Me enamore de ella, como muchos, su cabello rubio y corto, su mirada inocente, en fin, a traves de la pantalla, Juana de Arco, Buenos Dias Tristeza y Sin Aliento la consagraron como uno de los grandes talentos del cine. Aquella vez estabamos mas cerca y podia compartir la desolacion que esa alma habia sentido cada vez que las luces de la ficcion cesaban para traernos a otra Jean Seberg, un ser humano en toda su dimension. Esa tarde en que no llovio la quise mas que nunca.




1 comentario:

Anónimo dijo...

Enhorabuena Sr. Bernales, desde España.

Un gran blog.

Tengo vínculos personales con Perú y admiro su fuerza y talento.

Un abrazo.

elquiciodelamancebia

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