domingo, julio 27, 2008

Presentacion de Los territorios Ocupados



Estimados amigos les comento que este martes 29 de julio a las cuatro de la tarde estare presentando mi novela, los territorios ocupados, en el marco de la XIII Feria Internacional del Libro de Lima (Sala Jose Maria Arguedas), espero verlos alli, no falten

El Fauno

domingo, julio 20, 2008

Dos Peliculas:

MONGOL/ A SERGEY BODROV FILM



Un par de comentarios para el recuerdo sobre Gengis Khan:

Greatness comes to those who take it,

To some he was a brutal leader, to others he was a God,

Los Testigos/ una pelicula de Andre Techine



Sobre el sida en los tiempos criticos, los ochenta,

banda sonora:

Les Rita Mitsouko - Marcia Baila

martes, julio 15, 2008

SAMARKANDA



2751 años después Samarcanda se resiste a desaparecer de la imaginación de los hombres...

Samarcanda es una de las ciudades más antiguas del mundo aún habitadas. Prosperó debido a estar localizada en la ruta de la seda entre China y Europa.




Alejandro Magno la conquistó hacia el 329 a. C. Los griegos la llamaban Maracanda.




Al comienzo del siglo VIII Samarcanda fue sometida a control árabe. Bajo el poder del Abbasid, se obtiene el secreto de la fabricación de papel a partir de la confesión de dos prisioneros chinos capturados en la Batalla del Talas
en el año 751. Esto dio lugar a la primera fábrica de papel en el mundo islámico que se fundó en Samarcanda. La invención luego se extendió al resto del mundo islámico, y de ahí a Europa. Samarcanda fue saqueada por los mongoles de Gengis Kan en 1220.

El período timúrida fue el más significante para Samarcanda, entre los siglos XIV y XV. En 1370, Tamerlán decidió hacer de Samarcanda capital de su imperio que se extendía desde India hasta Turquía. Durante 35 años construyó una nueva ciudad, poblándola con artesanos de todas las regiones que había capturado. Tamerlán se ganó fama de sabio y generoso, y Samarcanda se convirtió el centro de la región de Transoxiana. Durante este tiempo Samarcanda tenía una población de alrededor de 150.000 personas.

Un siglo antes de los viajes de Marco Polo por la ruta de la seda, el embajador del rey castellano Enrique III, Ruy González de Clavijo llegó a Samarcanda en 1404, con la intención de crear una alianza con Tamerlán para guerrear contra los turcos, pero la prematura muerte de Tamerlán frustró estas intenciones, aún así todas estas experiencias fueron anotadas por González de Clavijo en el libro Embajada a Tamorlán. Como consecuencia de esta ilustre visita, existe un barrio en la ciudad llamado Madrid, primer nuevo Madrid y único en Asia.

Desde 1784 Samarcanda fue gobernado por los emires de Bujara. La ciudad pasó a manos rusas después de que la ciudadela fuera tomada por una fuerza bajo el coronel Alexander Abramov en 1868. Poco después la pequeña guarnición rusa de 500 hombres fue sitiada. El asalto fue dirigido por Abdul Malik Tura, el hijo mayor del Emir de Bujara, pero fue derrotado sufriendo fuertes pérdidas. Abramov, que por entoncés era general, se convirtió en el primer Gobernador de la Fuerzas Armadas Ókrug que los rusos establecieron a lo largo del curso del río Zeravshan, con Samarcanda como centro administrativo. El parte rusa de la ciudad empezó a construirse a partir de esta fecha, en gran parte, al oeste de la ciudad vieja. La ciudad se convirtió después en la capital del Óblast de Samarcanda en el Turquestán ruso y creció en importancia sobre todo cuando el ferrocarril Trans-Caspio llegó a la ciudad en 1888. En 1925 se convirtió en la capital de la República Socialista Soviética de Uzbekistán (RSSU), antes de ser sustituida en 1930 por Taskent, la actual capital de Uzbekistán. Taskent no posee ese aroma de noches orientales que con solo escuchar el nombre Samarcanda se nos manifiesta, sin embargo tambien cuenta con sus propios encantos, entre los que se encuenta su sistema de metro, el unico de toda Asia Central.




Registán



Uno de los paisajes más fantásticos en el Asia central, que definieron las reglas básicas de la arquitectura islámica entre el mediterráneo y el el subcontinente índio. La palabra Registán significa «lugar de arena», dado que fue construido sobre el lecho seco de un río. Fue el centro medieval de Samarcanda.

Se compone de tres grandes madrazas que rodean una gran plaza.

La Madraza Ulugh Beg, situada en el oeste se terminó en 1420 durante el gobierno de Ulugh Beg y contiene mosaicos con temas astronómicos. Contien alrededor de 100 estudiantes que enseñan las ciencias, la astronomía y la filosofía, además de la teología.

La Madraza Sherdar, situada en el este se completó en 1636 por el shaybánida Emir Yalangtush Bahadur como un reflejo exacto de la Madraza Ulugh Beg, con excepción de la decoración de dos rugientes leones (o tigres) que desafían la prohibición del islam de representar seres vivos.

La Madraza Tilla-Kari, en el medio se terminó en 1660 y cuenta con decoración dorada y un agradable patio. Construida también por el monarca Yalangtush.

Como dato curioso podriamos mencionar que el Cuzco y Samarcanda son ciudades hermanadas...



metro de Taskent, capital de Uzbekistan

Soy un amante de los trenes, esas maquinas me han maravillado desde infante, quizas desde que me regalaron mi primer trencito. En el blog ire introduciendo paulatinamente informacion sobre los diferentes metros del mundo, sobre todo los de ciudades poco conocidas ;)



En el metro de Takent tengo dos estaciones favoritas, Pushkin y Gorky, las ultimas paradas de la linea roja, la linea Chilonzor...

El metro de Tashkent fue el séptimo metro en construirse en la antigua URSS, inaugurándose en 1977.


Tamerlán

Tamerlán (del persa Timür-i lang), Tamorlán, Timur Lang, Timur Lenk o simplemente Timur el Cojo (más correctamente, Temür, su nombre turco de acuerdo con la grafía moderna) fue un conquistador, líder militar y político turco-mongol,[2] el último de los grandes conquistadores nómadas del Asia Central. Se le da por nacido en Kesh, Transoxiana, Asia Central, el 10 de abril de 1336 (25 Ša'bān, 736) aunque fecha y lugar son casi con certeza inventados y su nacimiento debería ubicarse entre finales de la década de 1320 y comienzos de la de 1330. Muerto en Otrar, en camino a conquistar China, el atardecer del 17 de febrero de 1405 (17 Ša'bān, 807).

Este noble musulmán de origen turco conquistó enormes extensiones de Eurasia en poco más de dos décadas. Entre 1382 y 1405 sus grandes ejércitos atravesaron desde Delhi a Moscú, desde la cordillera T'ian Shan del Asia Central hasta los Montes Tauros de Anatolia, conquistando y reconquistando, arrasando algunas ciudades y perdonando a otras. Su fama se extendió por Europa, donde durante siglos fue una figura novelesca y de terror, mientras que para aquellos involucrados más directamente en su trayectoria su memoria, siete siglos después, permanece aún fresca, ya sea como destructor de ciudades del Medio Oriente o como el último gran representante del poder nómada.

ENTREVISTA A ENRIQUE SERRANO, ESCRITOR COLOMBIANO, SOBRE SU NOVELA TAMERLAN (por Gianmarco Farfán Cerdán)

¿Cuál fue el proceso creativo de su novela Tamerlán y por qué eligió ese personaje como eje?

La novela Tamerlán la empecé a escribir cuando descubrí el personaje en Francia, en 1991. Me pareció muy interesante que alguien que había ganado siempre, hubiera resultado derrotado por la historia [esto que comenta Serrano me parece genial, sera acaso este el mismo destino de cierto Tamerlan Criollo, Alvaro Uribe, quien quiere convertirse en emperador de Colombia por haber acabado con la guerrilla, casi, que facil los latinoamericanos caemos en los autoritarismos, en tiempos de crisis como nos encantan, nos fascinan los dictadores y claro luego los enjuiciamos y no asumimos nuestra responsabilidad como sucedio con los peruanos que otorgaron todo el poder a Fujimori].

El pueblo turco, en este caso el pueblo al que pertenecía Tamerlán, era tan fiero como los mongoles, pero no era del todo nómada, y admiraba a los persas, pero nunca pudo tener la magnificencia del pueblo persa. Entonces, como estaba entre dos mundos, decidí escribir la historia de Tamerlán bajo el título de El Imperio inútil -así se llamaba- para mostrar como alguien…

Ese era el título inicial.

Sí… alguien que ha logrado todo para tener la ciudad más bella, la Samarcanda de sus sueños, los sabios, las construcciones y todo, sin embargo puede estar edificando en el vacío porque su imperio está condenado a la destrucción. Tal vez por sustracción de materia, porque no tenía con qué llenarlo. Entonces se me ocurrió, a partir de un incidente que encontré en la biografía, que alguien narrase –en este caso, un narrador persa- la historia desde el punto de vista neutral de alguien culto, sabio, menos poderoso que Tamerlán pero a la vez capaz de criticarlo y explicar las causas de su ruina. Esa historia que he encontrado un poco arquetípica -muy bella, muy poéticamente escrita en el Tamburlaine del famoso Christopher Marlowe (Inglaterra, 1564-1593)- a mi juicio, resistía. Además, había encontrado un poema de Borges sobre Tamerlán, y unas pequeñas cosas sobre esta trágica historia, que me sirvieron de motivación. No soy historiador, soy filósofo y comunicador social, pero mi adopción de la Historia es apasionada, una afición total.



TAMERLÁN (1336-1405) por Jorge Luis Borges


Mi reino es de este mundo [QUE MELLO, suave con Carpentier]. Carceleros
y cárceles y espadas ejecutan
la orden que no repito. Mi palabra
más ínfima es de hierro. Hasta el secreto
corazón de las gentes que no oyeron
nunca mi nombre en su confín lejano
es instrumento dócil a mi arbitrio.
Yo, que fui un rabadán de la llanura,
he izado mis banderas en Persépolis
y he abrevado la sed de mis caballos
en las aguas del Ganges y del Oxus.
Cuando nací, cayó del firmamento
una espada con signos talismánicos;
yo soy, yo seré siempre, aquella espada.
He derrotado al griego y al egipcio,
he devastado las infatigables
leguas de Rusia con mis duros tártaros,
he elevado pirámides de cráneos,
he uncido a mi carroza cuatro reyes
que no quisieron acatar mi cetro,
he arrojado a las llamas en Alepo
el Alcorán, el Libro de los Libros,
anterior a los días y a las noches.
Yo, el rojo Tamerlán, tuve en mi abrazo
a la blanca Zenócrate de Egipto,
casta como la nieve de las cumbres.
Recuerdo pesadas caravanas
y las nubes de polvo del desierto,
pero también una ciudad de humo
y mecheros de gas en las tabernas.
Sé todo y puedo todo. Un ominoso
libro no escrito aún me ha revelado
que moriré como los otros mueren
y que, desde la pálida agonía,
ordenaré que mis arqueros lancen
flechas de hierro contra el cielo adverso
y embanderen de negro el firmamento
para que no haya un hombre que no sepa
que los dioses han muerto. Soy los dioses.
Que otros acudan a la astrología
judiciaria, al compás y al astrolabio,
para saber qué son. Yo soy los astros [QUE BUEN VERSO CARAJO, YO TAMBIEN QUIERO].
En las albas inciertas me pregunto
por qué no salgo nunca de esta cámara,
por qué no condesciendo al homenaje
del clamoroso Oriente. Sueño a veces
con esclavos, con intrusos, que mancillan
a Tamerlán con temeraria mano
y le dicen que duerma y que no deje
de tomar cada noche las pastillas
mágicas de la paz y del silencio.
Busco la cimitarra y no la encuentro.
Busco mi cara en el espejo; es otra[TAMERLAN SE CONVIERTE EN BORGES, CUANDO NO].
Por eso lo rompí y me castigaron.
¿Por qué no asisto a las ejecuciones,
por qué no veo el hacha y la cabeza?
Esas cosas me inquietan, pero nada
puede ocurrir si Tamerlán se opone
y Él, acaso, las quiere y no lo sabe.
Y yo soy Tamerlán. Rijo el Poniente
y el Oriente de oro, y sin embargo…

[QUE BUEN REMATE, MEJOR QUE YOMPIAN, DONDE GANAN LOS QUE VAN, QUE BUEN REMATE, MEJOR QUE VAN BASTEN, NO ES QUE SEA IRRESPETUOSO CON EL POEMA, PERO TENGO QUE BAJARLE LAS PILAS A TAMERLAN PARA QUE NO REGRESE DE VERDAD, PORQUE SINO LA CANCION]

domingo, julio 06, 2008

Sonidos del mundo: Toronto



Impresiones…

Me llamaron mucho la atención las estelas dejadas por los aviones de combate en los cielos de Toronto. Pensaba que ese paisaje solo era propiedad de los Estados Unidos, pero no, aquí también somos vigilados desde los cielos por los mensajeros de la muerte.

The Rex Hotel Jazz & Blues Bar en 194 Queen St. West es un local sin pretensiones donde se puede escuchar un jazz de primera calidad en un ambiente de amigos, diría yo, los músicos luego de tocar se acercan a las mesas de los clientes en busca de alguna propina y para recabar opiniones sobre el show.

Leí el pasado jueves con mucha atención una entrevista al alcalde de Toronto en el diario El País de España. David Miller, nativo de Inglaterra ofrece algunos datos sobre el secreto que hace de Toronto, una ciudad única en el mundo:

Es la ciudad de mayor diversidad étnica del mundo

Sus 2,6 millones de habitantes usan más de un centenar de lenguas

La mitad de los habitantes de Toronto no ha nacido allí

martes, julio 01, 2008

The Thousand Islands on St. Lawrence River



Salí de Montreal y me dirigí a mi siguiente destino, el parque regional Sandbanks. Me embarque en la highway 401 West. Reposé unos minutos en un lugar llamado Brockville con el objetivo de recabar información sobre The Thousand Islands. Había dejado atrás Québec, la fiesta de San Juan Bautista, los colores azul y blanco. Ontario me daba la bienvenida con sus banderas rojiblancas, en espera de celebrar a todo lo alto el próximo 1 de Julio, el día nacional de este país. En Brockville como en diversos poblados de Ontario ondean las banderas de Canada y el Reino Unido porque esta provincia fue fundada por los ‘loyalists’, los angloamericanos que se mantuvieron fieles a la corona británica durante la guerra de independencia que dio origen al ahora país más poderoso de la tierra: los Estados Unidos. Así fue que los ‘loyalists’ tuvieron que huir derrotados de Nueva York y Nueva Inglaterra —donde actualmente vivo—, tomando refugio en estas tierras más al norte. El malecón de Brockville ofrece una buena vista del Saint Lawrence River y de algunas de sus mil islas. Desde el malecón se puede ver flamear la bandera norteamericana al otro lado del río. El río Saint Lawrence o Saint Laurent sirve de línea divisoria natural entre Canadá y el poderoso vecino del sur.



Unos cuantos kilómetros más adelante di con el puente internacional de las mil islas y el Sky Deck, el colosal mirador de 400 metros de altura, desde el cual se puede apreciar un paisaje único.



La estructura de metal ofrece dos opciones para llegar al punto de observación, la usual escalera y el ascensor de alta velocidad. Me incliné por este último. Al llegar puedes elegir entre tres niveles. Como en Estados Unidos, en Canadá también puedes elegir en casi todo. Siempre es mejor llegar al nivel más elevado del Sky Deck por más que se sufra de vértigo. Vale la pena.



Hacia el norte donde se pierde tu vista, más allá de la vegetación exuberante, las formas isleñas y el río, se puede llegar caminando hasta el polo norte. Te esperan cuatro mil kilómetros y probablemente alguna mordida de osito polar extraviado por falta de hielo, cortesia del global warming. Hacia el sur se encuentra la frontera menos custodiada del mundo entero (Canada-USA Border). Hacia el este navegando por el St. Lawrence River se desemboca en el Océano Atlántico y desde allí puedes elegir tu destino, todo un mundo por descubrir y conquistar.





En realidad no hay mil islas, solo novecientas noventa y siete; no es que las haya contado, una placa ofrece al turista esta información ;). El origen de las islas se remonta a las inundaciones producidas al final de la Era Glaciar, las islas son montañas sumergidas por efecto del fenómeno que cambió la geografía de este lugar del mundo.

Las mil islas con sus encantos quedaron atrás, me esperaba más adelante el parque regional Sandbanks en la provincia de Ontario, a orillas del lago del mismo nombre. Había llegado a la tierra de los Grandes Lagos. Antes de ingresar al parque el visitante debe pasar por el poblado de Picton donde los granjeros ofrecen a los campistas frutas de estación (cerezas, fresas), leña y hielo.



Lo más interesante de este parque regional son sus playas a orillas del lago Ontario. Los habitantes de las provincias de Ontario y Québec acuden masivamente hasta este espacio de recreo durante el verano.







Alemania-Turquía, semifinal de la Eurocopa

El miércoles 25 de junio me dirigí a Picton, el pueblo más cercano a Sanbanks. Allí camine por las calles buscando un bar para ver la primera semifinal de la Eurocopa Alemania-Turquía. Me mantuve neutral en mis preferencias porque mis dos compañeros de cuarto, Ben y Kerem son respectivamente de nacionalidad alemana y turca. Al final di con algo que se asemejaba a un bar. Era como entrar a la casa de cualquier particular y al avanzar por unos pasillos se daba a un salón, la dueña lo denominaba Aly’s Pub. Le solicité a Aly que sintonizara el canal y con mi Canadian Molson (la cerveza de esta región del mundo) en la mano le dije: cheers. Lo más interesante no fue el partido (3-2 para Alemania) pero en cambio estar rodeados de lugareños que preguntaban de donde era, qué hacía por aquí, entre otras curiosidades. Los lugareños le iban a Turquía. Todavía por esta región no han cicatrizado las heridas de la Segunda Guerra Mundial. Muchas familias perdieron al menos a un pariente durante el desembarco de Normandía y en las posteriores operaciones de las fuerzas aliadas en el continente europeo. En esa Guerra participaron tanto pobladores de Ontario como de Québec. Entonces, una de las pocas cosas que tienen en común los anglos y los francófonos del Canadá es su rencor hacia los germanos.

Corto Maltese y los elefantes rosados de Samarcanda



En un viejo negocio del centro de Montreal, a la altura de la cuadra seis de rue St. Catherine Ouest, me encontré con ese personaje de leyenda que hizo famoso su nombre en los mares del sur. Al ingresar en el establecimiento me acordé de cierta antaña tienda de objetos raros e inquietantes, ubicada en Maracaibo, Venezuela. El dueño se hacía llamar Levi Columbia. La tal tienda era frecuentada por un tal profesor Steiner, autoridad en lenguas precolombinas y de más atrás, apreciado amigo del Corto Maltese. Allí estaba al alcance de mi mano la creación de Hugo Pratt, el hijo de un marino de Cornualles y de la novia de Gibraltar, una gitana que aparece en un cuadro de Ingres. Qué diría Corto al verse transformado en un objeto de colección de Levi Columbia, él que ofreció dos candelabros de oro macizo por la cabeza de Pierre La Reine, reducida por los jíbaros ecuatorianos y exhibida en la tienda del negociante venezolano. Pues bien, yo hice lo mismo, ofreciendo mucho menos. Si bien Corto enterró la cabeza de Pierre la Reine en el cementerio de la catedral de Nuestra Señora de Maracaibo, en cambio yo hice del famoso marino de Malta, mi compañero inseparable de esta aventura fabulosa por las tierras canadienses, parajes que el Corto Maltese no pudo conocer en vida por su obsesión con los mares del sur. Esos mares del sur que empiezan más allá de las Columnas de Hércules y se adentran en los corazones de los hombres con hambre de mundo. Conmigo Corto vivirá otras aventuras, quizás menos violentas, pero igual de misteriosas. Por momentos pienso que es Corto quien escribe por mí y es que ambos odiamos la línea de la vida que aparece en nuestras palmas, es por eso que nos hicimos una a nuestro gusto con la navaja de papá…

“En estas playas los ahora extintos guerreros iroquoises reverenciaban el sol de sus ancestros y la tercera luna, donde ahora este peruano y yo les rendimos homenaje danzando y aullando cual lobos mientras los descendientes de africanos, ingleses y franceses nos acompañan con el sonido de sus tambores encantados”



Corto Maltese: La balada del mar dulce/ Hugo Pratt

Swatch y Corto Maltese tienen algo en común. Ellos comparten una inimitable elegancia y un infatigable estilo de vida. Corto Maltese, el amigo de los débiles y oprimidos, con un agudo sentido del humor y su encanto especial, es un héroe único, un hombre de honor y acción. Nacido en Malta, hijo de un navegante británico y una gitana de Sevilla. Inició su vida hace cuarenta años surcando los mares del sur de la imaginación de Hugo Pratt, un excepcional ilustrador y novelista, unos de los más grandes artistas del cómic moderno. Corto Maltese no busca aventuras, las aventuras lo encuentran, amante de la libertad y el humanismo, viaja por el mundo en busca de un tesoro o para alcanzar un sueño. Si los relojes Swatch hubieran existido en su tiempo, Corto Maltese seguramente hubiera usado uno de los modelos de colección en el transcurso de sus travesías.

Corto Maltese: Las mil islas/ Hugo Pratt