viernes, diciembre 16, 2005

los relojes se han roto



Los relojes se han roto: Muestra de la nueva poesía peruana
(Ediciones Arlequín/ Selección y prólogo
de Enrique Bernales y Carlos Villacorta)

‘¿Para qué poetas en tiempos de miseria?’ dice un famoso verso de Hölderlin, ciertamente la misma honda preocupación rondaría por la cabeza de los jóvenes muchachos peruanos que a comienzos de los noventa empezaban a manifestar su voz en diferentes recitales de poesía por la ciudad de Lima, una ciudad quebrada por una guerra civil rampando por cada una de sus esquinas, ciudad próxima a caer en manos de un movimiento maoísta mesiánico llamado Sendero Luminoso, pero que finalmente cayó en manos de una cruel y postmoderna dictadura cívico-militar organizada desde el mismo Estado. Lima, la capital del Perú, como todo el resto del país, vivía en las tinieblas, por las continuas voladuras de torres de alta tensión, sufriendo asimismo carestía de agua potable y de otros servicios básicos. Pero no sólo eso, en pleno reino de la noche, los más horrendos crímenes secretos del Estado y los continuos atentados de los subversivos irrumpían en los sueños de los jóvenes, que no volvieron a dormir jamás con tranquilidad.
A diferencia de épocas pasadas en la poesía peruana, los nuevos creadores de fines del siglo XX crecieron bajo el efecto de una sangrienta guerra civil y esta crucial experiencia marcó sus vidas profundamente. Estos son los poetas que constituyen la que denominamos, la generación de la violencia, la generación del noventa: Carlos Oliva, Montserrat Álvarez, Victoria Guerrero, Chrystian Zegarra,, Martín Rodríguez-Gaona, Xavier Echarri, Roxana Crisólogo, Miguel Ildefonso, Lorenzo Helguero, Josemári Recalde y José Carlos Yrigoyen. Estos son algunos de los jóvenes que crecieron bajo el efecto de las bombas y de los asesinatos selectivos, practicando el oficio poético destacadamente, haciendo frente, a través de su arte, al miedo impuesto por una dictadura.

Enrique Bernales

2 comentarios:

KuruPicho dijo...

¿Cómo se consigue el libro, editado en guadalajera, mex, según entiendo,si se puede pedir a alguna dire en especial, algún mail, fono, etc.? Saludos desde Asunción.

Enrique Bernales dijo...
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