martes, mayo 09, 2006

Teseo y el minotauro



Entonces, ¿cuál es el secreto del minotauro y el laberinto?, muchas páginas han ocurrido desde entonces, ésta es mi versión, la historia es muy sencilla, solo depende de qué punto de vista la quieras narrar, la historia es muy sencilla son siete machos y hembras que pagan el precio de la paz con sus vidas y se internan en el laberinto hasta que el Minotauro los devora o libera, esto último es a gusto del narrador. ¿Pero quién era el Minotauro? Yo mismo lo maté con mis propias manos. Siguiendo las instrucciones y con la ayuda del hilo de la princesa Ariadna me interné en los pasadizos que conducirían irremediablemente a mi sacrificio. Ariadna lo preparó todo, ella era el Minotauro, atrapada en un laberinto con forma de isla, la bestia con los cuernos era un pretexto. Ariadna era el Minotauro y yo era su hilo, yo era el hilo que la permitiría liberarse de sus crueles padres, pero también yo era el hilo con el que ella me enredaría, desprestigiado y condenado por sus neorosis y obsesione. No te metas con las mujeres de las islas, son terribles, me recordaba mi padre, les encanta destruir a los hombres y engañar a los dioses, yo no quería nada con ella y ella tampoco conmigo, yo solo quería regresar a mi patria, soltero y sin compromiso, así que ella lo planeó todo perfectamente. Eliminó a todos los pretendientes al trono, comenzando con el pobre del mostruo ese, que yo ni siquiera tuve que matar, ahora que recuerdo bien, ella ya le había arrancado la cabeza cuando llegué hasta el centro mismo del laberinto. Ten toma la cabeza de éste, yo sorprendido, ¿pero tú no decías que lo querías, que eras tan tierna con él, que no era una bestia, simplemente un incomprendido adolescente aficionado a los estupefacientes?, no hay más tiempo que perder, me dijo, anda y dile a mi padre, el Gran Minos, que has vencido a su estirpe, Minos se asó un culo y me tiró a sus perros y guardias armados hasta los dientes, pero ella ya lo tenía preparado todo, los muchachos y muchachas con sus blancas vestimentas me esperaban en una nave listos para zarpar, así huímos de Creta, con nosotros iba el otro hermano de Ariadna, Fedro, con el que rápidamente congeniamos, pero ella lo partió por la mitad y lo arrojó a las aguas, no había ningún navío cretense que nos estuviera amenazando, así que no entendí toda la explicación que esta mujer me soltó, que así no nos van a alcanzar, ¿pero quiénes, mujer?. De allí, Naxos, fiesta rave en la playa, todos borrachos, se armó una gran orgía, después no me acuerdo bien de lo que pasó, ella no se había metido nada y menos bailado con nosotros los bárbaros atenienses, de allí estábamos en la mar todos borrachos, pero ella había desaparecido, lo había preparado todo, ya no me necesitaba, había logrado escapar de su isla para refugiarse en otra isla, yo me enteré poco tiempo después de la malignidad de su plan, en estos momentos todo ya está tan claro como las aguas del Estrecho de Messina, ahora que sus huestes están ingresando ruidosas por las puertas de mi palacio, todos los atenienses claman por mi cabeza, he fracasado en la defensa de la ciudad, pero no escogeré el suicidio como mi padre, ya no hay mar que pueda llevar mi nombre, he elegido morir despedazado bajo el peso de sus armas, no me defenderé, ellos han venido a liberarme, en los Campos Eliseos me encontraré con Fedro, mi padre y el Minotauro, pero tengo que desahogarme antes que acaben conmigo, ella lo había preparado todo, el dios del vino, Dionisios, la halló semidesnuda, luchando contra las gigántescas olas, llorando y arrancándose los cabellos, jurando venganza, ese desgraciado me ha abandonado, se fueron y me dejaron aquí tirada sola, dios, yo que había hecho tanto por él, yo que me manché las manos con mi propia sangre para que él viviera y mira cómo me paga, los hombres se olvidan rápidamente del amor que juran que es por siempre, así el dios del vino se prendó instantaneamente de esa arpía, finalmente el dolor de Ariadna lo enamoró más que su radiante belleza, cásate conmigo Ariadna y serás mi diosa y reina, nos vengaremos de ese desgraciado que tanto daño y desgracias te ha causado, así le habló el zonzo ese, amor pero antes hay que reclamar el trono de Creta, mi padre está muy anciano, mi madre desvaría, debo hacer valer mis derechos. Así que luego de apoderarse del reino de Creta, éste era su real objetivo cuando me entregó el bendito hilo, decidió apoderarse también de mi reino, de mi Atenas querida, lo que ya ha conseguido con ayuda de Dionisios, que ímbecil es ese huevón.
Así fue que finalmente nos declaró la guerra. Ella lo planeó todo perfectamente. Me reportaron mis espías que poco después de que Ariadna tomara posesión del trono cretense, celebró solemnes funerales para el Minotauro y Fedro, cruelmente asesinados en sendos ataques terroristas de los belicosos atenienses, los elevó a la condición de mártires de la patria, rebautizó calles, teatros y plazas con sus nombres y luego puso precio a mi cabeza bajo cargo de terrorismo y secuestro, porque ahora resulta que yo la rapté.
Las tropas de la coalición de Creta y Naxos están tratando de derribar las puertas de la alcoba real, es cuestión de minutos, es el fin, ellos esperan encontrarme o bien listo para presentarles batalla junto a mi fiel guardia o escondido debajo de mi cama llorando como una mujer. Ni uno ni lo otro. Mi leal guardia, los pobres querían morir conmigo luchando, pero yo los disuadí, es inútil resistir, vayan a sus casas con sus familias, es a mí a quien quieren. Espero a las tropas de la coalición aquí sentado, dándoles la espalda, escribiendo la ciudad y mirando el puerto, el mar desde mi ventana, contando mi historia, la historia del minotauro es mi carta de despedida, unas cuantas lágrimas derrama un rey sobre este papiro, el último recuerdo que me llevaré serán esas luminosas olas del mar que bauticé con el nombre de mi adorado padre, lo siento, te he decepcionado, desde mi ventana luce imponente el puerto y los rayos del carro victorioso de Apolo se derraman sobre las embarcaciones enemigas.
Estas serán mis últimas líneas, las últimas calles y casas de la ciudad, los soldados ya han entrado. Es el fin. Siento los primeros golpes de sus espadas. Teseo muere feliz en este mundo.

1 comentario:

Enrique Bernales dijo...

me comentaste alguna vez que te gustaba la mitologia griega, pues a mí también, pero más me gusta alterar las historias, contarlas desde otros puntos de vista, Borges es un maestro en eso, asterion, o tres veces judas, nos hacen volver a pensar en que siempre hay otra versión de las historias aunque estas en apariencia se presentan como inalterables,
saludos
kike