jueves, febrero 09, 2006

The Lost honor of Katharina Blum



“The Lost honor of Katharina Blum” es una película alemana de la década de los setenta, dirigida por Volker Schlöndorff y Margarethe von Trotta, y que está basada en la novela del mismo título del premio nóbel alemán Heinrich Böll, retrata en gran medida un problema tan actual, que en los últimos días ha hecho arder aún más el medio oriente, me estoy refiriendo al poder que tiene la prensa y a su defensa irrestricta de la libertad de expresión. Como sabiamente lo ha afirmado Günther Grass en la edición de el País de ayer, no existe eso que Occidente defiende y santifica a ultranza, es decir, la libertad de expresion, lo que existe en realidad son intereses económicos o politicos que controlan los medios de comunicación y que supervisan lo que se publica o no. Además no debemos dejar de lado el principio comercial sobre el que se basa la existencia de los periódicos o revistas, si la noticia no es lo suficientemente interesante, entonces hay que hacerla atractiva y si es preciso mentir, se miente y se puede destruir el honor y la reputación de las personas por un simple deseo de crear escándalo, extorsionar y sobre todo vender. Es de esta manera que en la película y en la novela se cuestiona hasta dónde se puede permitir el abuso de la prensa contra el individuo, es decir hasta dónde se puede denigrar en nombre de la libertad de expresión. Así, la protagonista, Katharina, pasa de ser una ciudadana comun y corriente, a una sospechosa de encubrir a presuntos terroristas, es ridiculizada en las calles por la gente que lee las noticias sobre ella en el periódico, al mismo tiempo que es sometida a una constante presión por un medio sensacionalista que le inventa todos los días un capítulo más de su militancia en un grupo anarquista de ultraizquierda, debemos recordar que todo esto sucede en tiempos en que todo el que era de izquierda en la Alemania Federal “Democrática” era tildado de terrorista de la Baader-Meinhoff, podemos afirmar que no han cambiado mucho las cosas desde entonces, y todo esto solo por haber pasado una noche con un anarquista al que la policía vigila y trata de capturar. La prensa le ha destruido su vida. La respuesta de Katharina es la violencia, ella mata al periodista. Ella se convierte en una asesina, y en cambio, ha creado a un mártir, el periodista de la prensa amarilla es el símbolo de la lucha por la libertad de expresión.
Ahora mismo, se ha desatado todo un escándalo por unos comics sobre Mahoma o Mohamed que aparecieron inicialmente en un periódico sensacionalista danés y que luego circularon por media Europa en solidaridad con los colegas daneses y como respuesta a las protestas de la comunidad musulmana. ¿Incitar la burla y la discrimación hacia otras culturas es parte de la defensa de la libertad de expresión o es mero gesto hipócrita que permite abusar de los demás con carta blanca?. Como ya sabemos, no existe libertad de expresión, lo que existe es el poder que ejerce la prensa, un poder que puede preparar el terreno para las iniciativas bélicas y hasta golpes de estado, la guerra de Irak o el golpe contra Allende son algunos ejemplos, así que la excusa de los medios europeos es totalmente falsa, hay una intención clara por denigrar y dañar a mansalva.
Para finalizar, quería hacer una precisión acerca de los desvaríos tendenciosos y malintencionados de un seudo periodista, esto es acerca del prólogo que escribí junto con Carlos Villacorta para la antología de poesía peruana de los noventa Los relojes se han roto. Se menciona allí lo siguiente:
¿Sangrienta guerra civil? Esta chocante categoría, evidentemente hipostasiada y tendenciosa, colisiona frontalmente con lo afirmado por la CVR sobre el periodo de violencia política sufrido por los peruanos a partir de 1980.
Esto me lleva inevitablemente a ciertas preguntas: ¿Cuál es el interés de algunos intelectuales peruanos "en el exilio" de querer cambiar la lectura de lo pasado? ¿Aceptan o rechazan las conclusiones del Informe Final que la CVR estableció en el 2004? ¿Qué otros personajes de la poesía peruana, sobre todo de la década de los ochenta, están detrás de esta lamentable intentona política?

Pues bien, en el prólogo de la antología, yo denomino como guerra civil al período de violencia política vivido en el Perú a partir de los ochenta. Y efectivamente se trató de una guerra civil, se enfrentaron peruanos contra peruanos, nos matamos entre compatriotas. Ahora bien, en ningún momento se hace un comentario literario sobre la antología en cuestión, favorable o negativo, lo mínimo esperable de una persona que afirma ser periodista, sino que por el contrario pretexta de una frase para deshonestamente calumniar, con gran placer, por cierto, quedando demostrado que carece de la menor ética y credibilidad, condición fundamental de cualquier comunicador social. Ante tales ataques simplemente se debe replicar con trabajo y más trabajo.

1 comentario:

Rain (Virginia M.T.) dijo...

Como manera de 'nutrirse' artificialmente de lo que otros hacen, los individuos que dicen poco y hacen mucho ruido son parte del efecto de la magalización cotidiana, política...

Y es verdad, trabajo y más trabajo es lo que se hace, en cauce natural: es lo que constato hay en este interesantísmo blog.