jueves, febrero 21, 2008

LA COCINA DE STALIN: Linguini frutti di mare



Para cocinar una buena pasta, queridos camaradas, se necesita ajo, mucho ajo. Hay que preparar la salsa al mismo tiempo que se pone a hervir el agua. Asimismo, es necesario abrir una buena botella de vino para inspirar el talento del chef. Mis elecciones, para una cena ocasional como esta, fluctúan entre un Casillero del Diablo Carmenere 2006 [por si aca el del 2004 aprueba por muy poco] o un Black Mountain Vineyard Cabernet Sauvignon 2004.

1) La Salsa Roja Dínamo de Moscú

Primero freír a fuego lento las cebollas (una), cortadas en rodajas, y los ajos (tres dientes grandes), cortados muy finitos. Cuando se cocina la cebolla a fuego lento adquiere un sabor dulce, se le conoce como cebolla acaramelada, la misma que a una pizza le da un sabor único y sorprendente. Después de ocho minutos, echar dos peperoncinis (pimientitos picantes italianos, este dato me lo pasó el camarada Gramsci), pimientos de diferentes colores y el atún (una lata). Luego de cinco minutos agregar el perejil fresco, finamente picado, y sazonar al gusto con sal, pimienta, ajinomoto, un guiño de canela y comino. Finalmente añadir la reina de la salsa, la tavarich tomatiovna (seis) totalmente pelada y cortada en cuadritos. Aumentar el fuego, rociar un poco de vodka y esperar hasta que todos los sabores se mezclen y el tomate se disuelva totalmente en la sartén. Nunca, señora camarada, nunca use tuco sibarita ni salsa enlatada. Es preferible demorarse un poquito, pero el gusto que le dan los ingredientes frescos del campo no tiene precio. De paso que apoya al camarada agricultor tan vilipendiado por este gobierno reaccionario de hoy en día. En mis tiempos ese tal Alanovich no llegaba ni a Octubre. Luego de diez minutos de revolver la salsa a fuego mediano usando un palo de madera, apague la cocina y haga reposar por cinco minutitos más nuestra salsita.

2) La pasta

Mi elección, sin lugar a dudas, es linguini con frutti di mare (atún). Generalmente la pasta se demora en estar al dente entre ocho y diez minutos en una olla con agua hirviendo.

3) Finalmente, mezcle la salsa y la pasta. Aunque los más ortodoxos especialistas en pastas afirman que es una herejía mezclar frutti di mare con parmesano rallado, sin embargo no está mal rallar un poco de parmesano o romano sobre cada plato bien servido. Eso sí no usen parmesano de sobre, no vale la pena. Pues, solo me queda decirles, provecho, queridos camaradas, bien acompañado con estos aromas, el camarada Beria y un sabroso vino tinto. Para chuparse los dedos. Esto es todo. Hasta la próxima cocina con Stalin. Buen fin de semana. Comer con tenedor y cuchara. La cuchara sirve para apoyar el tenedor mientras envuelve una generosa porción de pasta y salsa.



PROXIMO PROGRAMA: Costillas de cerdo Molotov

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