viernes, marzo 31, 2006

Žižec, Super Star


Ayer me fui al cine para mirar el documental sobre Žižec y vaya que valió la pena. El filósofo lacaniano-marxista, nacido en Eslovenia, sin lugar a dudas, es una estrella pop de la teoría cultural, lo cual, pienso no desmerece la calidad de su trabajo. Pero Žižec no sólo dice las cosas como son, sino que es un muy buen actor y comediante, se nota por qué es amante del cine, en fin, es todo un excéntrico. El hecho que se haya casado con una bella modelo argentina, una veintena de años menor que él, corrobora su excentricidad. Así lo podemos ver conversando con la cámara desde sus oficinas en el Instituto de Sociología en Ljubljana, en realidad, es su casa, lo tiene todo allí, desde su cama, pasando por su ropa interior, su retrato de Stalin en uniforme militar, hasta todas las traducciones de sus libros. Luego lo vemos en Buenos Aires en su presentación en la UBA, un lleno espectacular frente a un público heterogéneo en las edades, literalmente fans, mayormente de izquierdas, que quieren escuchar la receta secreta que cambie sus vidas. En este sentido, Žižec, que se toma muy en serio su trabajo, pero que no deja de reírse de sí mismo, afirma,aquí me vienen a ver porque la gente de izquierdas espera que yo les diga lo que tienen que hacer, la tarea de un filósofo no es esa, además agrega en otro momento, se nos ha vendido la idea de que el neoliberalismo ha venido para quedarse y no irse jamás. Posteriormente aparece haciendo apreciaciones críticas sobre el comportamiento de su hijito con sus juguetes, es progresista, señala, está disfrutando su momento narcisista. Quizás en Buenos Aires, Cambridge, NYC, quién sabe dónde, afirma: Si hay una amenaza que se cierne sobre el planeta, por ejemplo, un meteorito del espacio exterior, allí no necesitamos la filosofía, allí necesitamos a los mejores científicos y lanzar una bomba atómica y listo. Ante un acontecimiento de esa magnitud no podemos ponernos a hacer ejercicios filosóficos sobre la verdad de la inminente catástrofe. De pronto, Lacan aparece en la pantalla [en el 73 el gobierno francés logró que el afamado filósofo expusiera toda su teoría en la televisión nacional, :)enjoy yourself] y Žižec comienza, pero qué hace este hombre con esos gestos, con esa impostura, no puede ser real. En NYU expone con claridad sus críticas a la deconstrucción y a Derrida. Cuando una señora intenta deconstruirlo con sus preguntas, para finalmente afirmar que sus argumentaciones están demasiado cernidas a Lacan, que no hay una crítica de sus postulados, Žižec entonces desenvaina la espada y le dice: Mire señora, yo soy lacaniano y punto, no hay más. Acaso la Spivak o la Judith Butler tienen una posición crítica sobre Derrida, claro que no, cíteme un solo comentario crítico sobre Derrida, ningún deconstruccionista, entonces, pues. Al comienzo de su exposición ya había dejado las cosas claras sobre el lenguaje usado antes y después de la tan mentada posmodernidad. Mirando fijamente una botella de Té de una marca conocida, comenta, antes te decían esto es una botella de té, ahora te dicen, si podemos aceptar la posibilidad de que ese objeto exista, y que yo soy el que lo está mirando, entonces diremos que es una botella de té. Al final, te están diciendo lo mismo, en un caso sin retórica. Así la cámara, a la que Žižec no deja de mirar todo el tiempo, nos lleva hasta un programa de televisión de USA donde ha sido invitado para que hable de sus libros, el entrevistador se equivoca en decir su nombre, para luego preguntarle y cómo se pronuncia, equivócate nomás para que esté menos paranoico, le responde el filósofo. Agrega, antes tus padres te daban ordenes y había que cumplirlas, visita a la abuela y la visitabas, ahora tu padre te dice, es tu decisión que visites o no a tu abuela, pero […] ahora no solo tienes que visitarla sino también tiene que gustarte la vieja. Sobre su campaña política [ fue candidato a la presidencia de Eslovenia] lanza duras autocríticas, fui muy inocente, en el debate electoral cometí un error, hablé mucho, hablé más que todos los otros candidatos juntos. Žižec habla mucho, pero qué bien sabe hablar, él mismo reconoce que es un narcisista, que quiere que le escuchen, además es consciente de que al haberse convertido en un personaje popular, su hipervisibilidad le genera un peligro, los medios pueden caer en la tentación de retratarle como a funny man, su propia editora para los Estados Unidos, le pide más bromas en sus textos, pero a él no le importa, él sigue divulgando sus ideas, y sobre todo, lo cual para mí es lo más importante, sigue siendo tan sospechoso para el establishment como al principio: Vivimos en un mundo de libertades, un mundo donde la afirmación de Ivan Karamazov, “dios ha muerto, entonces todo está permitido,” tiene el significado contrario, “dios ha muerto, entonces todo está prohibido.” Nos dicen que somos libres, libres para seguir un modelo, Enjoy [sex] [but no much], pero el enjoy es inducido, un mandato, no hay libertad allí, todo está bajo control. Este es el mundo de hoy, cero libertad, pero enjoy. Lo mismo se podría decir del slogan que interviene Said en La Haine, el mundo es tuyo, una orden, que él subvierte, no, el mundo es nuestro. Es hora de subvertir el goce. Good Night and Good Luck.

LA HAINE [El Odio]: Hasta ahora todo va bien…



Lo importante aquí no es la caída, sino el aterrizaje. Algunos años antes de los disturbios incendiarios de miles de jóvenes, habitantes de los suburbios pobres de las grandes ciudades francesas, Mathieu Kassovitz [más conocido como actor, en Munich hizo del juguetero hacedor de bombas] ya había reflejado la realidad de discriminación y violencia presente en una sociedad civilizada con La Haine [El Odio, 1995]. La película nos traslada a los suburbios de París, para compartir un día en la vida de tres jóvenes franceses (un judío, Vinz, caracterizado por el ya conocido Vincent Cassel, un muchacho de ascendencia árabe, Said, y Hubert, de ascendencia africana). La noche anterior han ocurrido sendos disturbios y quemas de coches en el barrio y un policía perdió su arma. Abdel, amigo de los tres, ha sido torturado por la policía y se encuentra grave en el hospital. Vinz encuentra el arma. Vinz jura que si Abdel muere, le va a disparar a un policía, en venganza. Es un día como muchos en el barrio, los muchachos no tienen nada que hacer y se dedican a quemar tiempo. Desde el inicio hay un signo que va a acompañar a los jóvenes, se trata del reloj que va marcando las horas del día, el reloj, señal del tedio, no hay futuro para ellos, el reloj también es una bomba de tiempo, los muchachos están en plena caída, algo va a explotar. Se dice que el problema de esta población de los suburbios es que no se quieren integrar a la civilización francesa, en realidad, estos jóvenes son totalmente franceses, el problema aquí no es la integración. En este sentido, Alain Badiou (gracias a Žižek, es más conocido ahora), con sus postulados contra la idea del otro, las políticas y los estudios sobre minorías, se vuelve más que provocativo, respetamos al otro en tanto el otro deja de ser un otro y pasa a ser una version de mí mismo. El hombre occidental es el que define qué son los derechos humanos, qué es democracia [ un valor absoluto, pero cuando gana Hamas deja de serlo, por ejemplo], quién es el subalterno. Aplicamos nuestros estándares de calidad para asimilarte. El gesto liberador deviene en mecanismo colonizador. yo hablo por ti, yo defiendo tus derechos [en Estados Unidos ya no existe diferencia ideológica entre un politico liberal o conservador, ya que este último se ha convertido en defensor de todas las minorías, le ha robado el discurso al liberal, entonces algo se está pudriendo en Dinamarca]. Finalmente el subalterno no puede hablar. Así hay que diferenciar dos tipos de comportamiento frente a las diferencias, por un lado en USA, te respeto, me gustan los musulmanes, los latinos, pero cada uno viviendo en su ghetto, por otro lado, en Europa, tienes que perder tu diferencia y aceptar el laicismo para ser visto como europeo, es decir, ser como ellos. ¿Qué propone Badiou, entonces? Más o menos, la misma idea de Foucault, Contaminarme del otro y que el otro se contamine de mí, sólo la desaparición de la identidad [occidental, en este caso] y de las barreras que la misma crea, es que la idea del otro desaparecerá. No más diferencias. No más fronteras. No más jerarquías. No más la idea de inmigración. La ciudad y el mundo como un rizoma, es decir, una red infinita y horizontal, descentrada, no excluyente, porque ya nadie está afuera ni adentro.
Viajando por la Ciudad Luz, el descenso a los infiernos de los muchachos, curioso, ¿no?, la ciudad amurallada, la isla, se encuentran con una publicidad que dice “El mundo es tuyo” [una parodia también de Scarface, ¿recuerdan la frase flotando en el dirigible de Goodyear?]. Said trasgrede el anuncio, lo hace suyo y escribe a manera de graffiti, “el mundo es nuestro.” En la ciudad, a la que no tienen derecho a pertenecer, Said y Hubert son torturados por la policía, Vinz salva el pellejo, luego pierden el ultimo tren de vuelta a casa, tratan de robar un carro sin éxito, acuden a una exposición de arte moderno, queman tiempo en el Mall donde se enteran a través de la pantalla gigante de un televisor que Abdel acaba de morir. Ahora las condiciones están dadas, Said y Hubert temen que Vinz cumpla su promesa. Deciden dejarlo por su cuenta. Es en estas circunstancias que Said y Hubert son asaltados por unos neonazis. De repente Vinz los ahuyenta con su arma y toman a uno como prisionero. Es allí donde Hubert, el que hasta allí era el más ecuánime de los tres, le dice a Vinz: Hay policías malos y buenos, pero el único Skinhead bueno es el muerto, mátalo. A Vinz finalmente le tiembla la mano, vomita, no puede, hay odio pero no tanto como para matar. De regreso a casa, ya es un nuevo día, Vinz le entrega la pistola a Hubert y sigue su rumbo junto a Said. Lo que pasa después, el desenlace, el aterrizaje, el reloj termina por explotar en sus cuerpos sacrificados.

jueves, marzo 30, 2006

Foucault: The Tehran connection


En el 2005 se cumplieron veinticinco años de lo que fue el inicio de una serie de viajes de Foucault a Iran para presenciar in situ los acontecimientos que llevaron al exilio del Shah y al establecimiento de una Republica Islámica liderada por el Ayatollah Khomeini. Durante este tiempo, Foucault hizo las veces de reportero para Le monde y el Corriere della Sera. Coincidentemente salió al mercado Foucault and the Iranian Revolution (University of Chicago), el sugerente estudio de Kevin Anderson y Janet Afary. Sugerente porque el libro aparece en el contexto de la campaña dirigida por el gobierno norteamericano para extender su guerra a Iran, lo cual terminará ocurriendo tarde o temprano. Este estudio no es más que parte del plan de ablandamiento del terreno para la justificación de una invasión más, con el énfasis puesto en la superioridad del proyecto civilizador occidental frente al mundo musulmán y desnudando ¿las contradicciones? de los ¿ingenuos? críticos del sistema. Así, Anderson y Afary [lo valioso de su libro es la tercera parte que incluye la traducción de los reportes periodísticos completos de Foucault desde Irán] no hacen más que seguir desacreditando las ideas de todo intelectual que haya desnudado las prácticas represivas de las democracias occidentales, bajo la argumentación de que las opiniones personales de un crítico redundan inevitablemente en la validez de sus aportes teóricos. Al develar las contradicciones personales de Foucault, ambos críticos, incurren en el gesto de tratar de demoler todo un corpus teórico que costó tanto esfuerzo en edificar. Según Foucault, el gesto liberador de la Ilustración del siglo XVIII no fue sino una trampa sofisticada para volver a esclavizarnos. De la misma manera, para Foucault, la democracia liberal (tan cara a nuestro ya setentañero Mario) es una sociedad disciplinaria que castiga con menor rigor físico para así castigar con mejor eficiencia. En una entrevista concedida a un periodista iraní, en Septiembre de 1978, Foucault afirma su total desilusión con todas las ideologías seculares de Occidente, porque, siguiendo sus palabras, el capitalismo industrial ha emergido como la más salvaje, egoísta y opresiva sociedad que uno se pueda imaginar, de la misma manera, el fracaso del comunismo, por el cual ya no sentía mayor simpatía, nos deja desde el punto de vista del pensamiento político en un grado cero. Foucault espera que de la revolución iraní emerja una nueva imaginación política. Pues bien, se preguntan Anderson y Afary, ¿cómo Foucault que luchó, a través de sus escritos, contra el pensamiento autoritario que anula las diferencias pudo apoyar una revolución religiosa, que va a terminar por anular esas mismas diferencias sobre las que tanto argumentó? La respuesta la encontramos en el espíritu religioso, sobre todo en conexión con el misticismo, y la lógica del martirio que mueve su pensamiento. ¿Puede ser un ateo, religioso? Algunos de los pensadores franceses de los sesenta establecieron un puente entre el espíritu religioso, el misticismo, y su filiación maoísta, entre estos tenemos a Derrida, Deleuze, Alan Badiou, el mismo Foucault. El sujeto no existe, afirmaba Foucault, el sujeto, invención europea del XVIII, ha muerto, debemos vaciarnos de nuestra mismidad y volvernos uno con el todo, volvernos uno con ese mar mayor, desaparecer en esa luz, amo, que nos guía hacia la revolución. Es en este movimiento que lleva a la superación del sujeto donde se encuentran los puentes foucaltianas entre la mística, el maoísmo y el islamismo. Ya cuando la revolución iraní recurrió a prácticas represivas, para la primavera de 1979, Foucault escribió una carta abierta al primer ministro del Iran de Khomeini, Bazargan, urgiendo por el respeto a los derechos legales de los perseguidos. Wesley Yang que hizo la reseña de Foucault and the Iranian Revolution para el Boston Globe señala que Foucault nunca hizo un público mea culpa por su apoyo a la revolución en Irán, ¿pero debió hacerlo? Particularmente creo que no.

viernes, marzo 24, 2006

"Burnt by the Sun" of the Revolution



I

Hermosísima película de Nikita Mikhalkov, me hizo llorar realmente, a mediados de los años 30 y antes de la gran purga estalinista, El coronel Sergei Kotov (caracterizado por el mismo Nikita M.), héroe de la revolución rusa y de la guerra civil está disfrutando de unas vacaciones en su dacha (residencia de verano) con amigos, familiares, su esposa Maroussia y su hija Nadia (es el personaje de la película, que por su curiosidad y gracia se roba el corazón de los espectadores, quiere ser una pionera ─ tipo de boy scout ruso ─ ama al Tovarich ─camarada─ Stalin, pero sobre todo a su padre y con él establece una relación muy tierna a lo largo del film). El coronel Sergei, es la otra imagen del militar, que trató de promocionar mucho la extinta Unión Soviética al interior de su país, no es un represor, no es un rambo, es el héroe del pueblo, ha nacido del pueblo, no es el que sirve a los intereses de las oligarquías y altas burguesías, es decir, miembro y defensor de su propia clase, se identifica con los campesinos, estos lo tienen en muy alta estima, su propia gente. Sergei tiene un sueño, de que esta revolución rusa traiga mejores tiempos para la clase trabajadora, y que todos puedan tener una vida mejor, en este estado soviético el trabajador puede disfrutar del tiempo libre y hacer más grande a la nación con su trabajo, todos los niños tienen un futuro, sin importar cuán pobres son, cada uno puede alcanzar sus metas y ayudar a la prosperidad de ese proyecto colectivo. Pero los ideales siempre se estrellan o más bien, terminan haciendo pedazos la realidad y los antiguos fantasmas aparecen, han venido por él, su Stalin, el signo por excelencia de la Rusia de esas épocas, la gran presencia, The Big Brother,el nombre que ningún campesino puede pronunciar en sus seis letras claramente, Stalin circula en susurros, su gran imagen en un impresionante globo aerostático, salvador de la nación, el dios viviente, el culto a una imagen humana que ya ha dejado de serlo para convertirse en mito, ese superhombre ha mandado por él, por su fiel coronel Sergei, Stalin convertido en el dios castigador, quizás nunca dejo de serlo, decide acabar con los antiguos compañeros de las luchas políticas, se ha convertido en un monstruo enceguecido por el poder, sediento de sangre, todos quieren atentar contra él, todos lo espían, ya no hay nadie en quien confiar, liquidémoslos, esa es la gran tragedia de Sergei, un hombre que lo dio todo por un sueño termina destruido por el mismo ideal, el héroe es el enemigo de la revolución y paga el precio, el que a hierro mata a hierro muere, Dimitri, un joven a quien años atrás Sergei (como miembro de la policía secreta de la URSS) exilia para que trabaje para su país (tenía esa opción o morir), el artista y soñador, el políglota Dimitri debió sobrevivir y abandonó a la mujer que amaba, Maroussia. Así, Dimitri regresa años después a visitar a su antiguo amor a la dacha, enmascarado en su talento artístico regresa con ánimo de venganza y para cumplir una orden, llevar a Moscú a Sergei para que sea ejecutado y sentenciado, bajo cargo de alta traición. El artista Dimitri se ha convertido en policía del Estado. Así fue que la locura de un hombre que se convirtió en un dios omnipotente, Stalin, termina destruyendo la vida y los sueños de los que sí querían cambiar el mundo, Sergei muere, Dimitri se suicida, una familia hecha pedazos. Pero todo sucede en secreto, el exilio de Dimitri, el castigo de Sergei, allí radica la modernidad del proyecto totalitario soviético, los éxitos se publiciten por todo lo alto, los horrores del proyecto habrán de ser ejecutados con suma discreción, ¿esto no recuerda también la política exterior norteamericana? Tu muerte ni siquiera te pertenece, tu muerte le pertenece al dictador, así fue que desaparecieron más de veinte millones de personas. La tragedia del hombre se ha convertido en fría estadística. La muerte de veinte millones de personas llevó a a la URSS a ser una potencia mundial. Dimitri decide matarse para romper esa terrible lazo que le han obligado a establecer con su nación, pero ¿por qué nadie pudo matar a Stalin, a Hitler, a Pinochet, la lista es infinita?.

II

A veces me pregunto por qué somos capaces los hombres de tener hermosos ideales pero cuando los llevamos a la practica terminamos destruyéndolo todo. La democracia griega tenía sus cimientos en la esclavitud. La revolución cristiana devino en el Santo Oficio. Bajo los lemas de Libertad, Fraternidad, Igualdad, corrieron ríos de sangre, el experimento soviético costó millones de vidas, alguien decía que el término civilización esconde su significado opuesto, la barbarie, ahora vivimos en el reino del libre mercado y el neoliberalismo, no vivimos en un estado soviético pero el libre mercado y el neoliberalismo están hermanados a aquel intrínsecamente en esencia, ni aquí ni allá los individuos importan, lo que importan son los números y las matemáticas, para el éxito económico no importa el hombre común y corriente, vayamos al gráfico y al índice Down Jones, y si hay que sacrificar a más seres humanos de carne y hueso para que los números calcen perfectamente en nuestra presentación de Power Point no hay ningún problema, porque lo importante es aumentar las exportaciones, crear mayor consumo y traer la inversión extranjera, y los muertos de hambre que se sigan muriendo de hambre y que sean sacrificados para beneficio de la revolución neoliberal. No creo que debamos abandonar nuestros ideales para que exista una sociedad más justa o un mundo mejor, pero siempre hay que tener en cuenta a la gente, a los hombres de carne y hueso quienes son los que hacen la historia y los que la sufren también.

III

¿Cuál fue my own private Stalin? Creo que venimos al mundo con ciertos gustos incorporados, y lo digo porque sin que nadie me diga nada, desde niño mis gustos no han sido mayoritarios, soy hincha del Sporting Cristal, no podría ser ni de la U ni de la Alianza, me gustaba la banderita roja de la URSS y para nada la de las estrellas y barras, no estudie ni derecho ni medicina, sino literatura, lo primero que hacía al llegar a Ancón no era ir a la playa sino esconderme para leer cuentos de hadas en la casa de mis primas y pasar horas y horas así, he sido un contreras pero no porque sí, hay algo en mí que me dice que estoy bien, en mis decisiones, hago lo que me gusta, no lo que la gente me dice que tengo que hacer, por más que sea lo mejor para mí, creo en mi libertad y por eso también me gusta escribir. Debo decir que hasta los siete u ocho años el bigotón Stalin me caía bien, esos bigotes de las fotos que aparecían en mis enciclopedias de la II Guerra Mundial me daban una tranquilidad, el tipo tiene cara de buena onda, realmente es muy fotogénico, se le veía como un abuelito bonachón, había vencido a los nazis y le había hecho el pare a los gringos, que más se le podía pedir, pero rápido el mármol del que están hechos estos ídolos se convierte en barro y sus imágenes van adquiriendo dimensiones y características grotescas y te das cuenta que en realidad son unos monstruos y que han hecho tanto daño y que debieron haber muerto mucho antes porque el fin no justifica los medios y nunca lo justificará, así al menos pienso yo.

lunes, marzo 20, 2006

Muerte, te espero con ansiedad y asombro



Se nos fueron Eielson, Pilar Dughi de este reino a poblar otros universos azules como una naranja, se nos diseminaron los Derrida, Deleuze se nos desterritorializó hace ya un rato en un aullido esquizo, la muerte siempre está ella imponente, impenetrable, vendrá la muerte y tendrá tus ojos, decía Pavese fumándose un último cigarillo antes de darse vida en la muerte, la muerte nos ha condenado con su propia tragedia y con su compañía desde que abrimos los ojos sobre esta diminuta tierra sedientos de agua, nacimos ya muertos, nos recuerda el maestro Quevedo, y Cioran nos hace un poco más fácil aceptarla y Blanchot frente a un pelotón de fusilamiento la repite y le da vida un millón de veces en su agónica escritura, el arte del renacimiento con su culto al hombre y a la vida huye de la muerte, reivindica el locus amoenus, el carpe diem, el goce de los cuerpos disueltos en otros cuerpos, haciendo luz en este desierto de ojos, el barroco, nos la recuerda en un eterno y creativo duelo, nada puede el hombre contra esa mujer majestuosa, la verdadera dadora, he de confesar que no le temo desde siempre, ella me ha acompañado desde pequeño invitándome a participar de sus juegos, adivinanzas y laberintos, la he visto con mis propios ojos, ella está en mí y la doy a luz todos los días, ella es lo inminente, lo natural, la que nunca falla, ella se ríe de los hombres, hemos nosotros también a aprender a reírnos de ella, ella cierra sus ojos y me besa, un día ese beso loco de cuentos de hadas, me hará despertar jamás, que sea así, sin dolor, odio el dolor, no resistiría, puede ser un final violento pero inmediato, eso es lo único que le pido todos los días cuando se acerca a mi cama, me enamora con sus hermosos ojos negros y hacemos la agonía como las bestias

Los nazis



leyendo el fin de semana, el último comentario que hizo Donald Rumsfeld sobre Irak, no tenía de otra que escribir algo. Aquí reproduzco lo que dijo el secretario de defensa de los USA…
"Turning our backs on postwar Iraq today would be the modern equivalent of handing postwar Germany back to the Nazis," Rumsfeld wrote in an essay published in The Washington Post on the third anniversary of the start of the Iraq war. [ Retirarnos de Irak ahora sería el equivalente moderno de devolver la Alemania de la postguerra a los Nazis]

Nazis y derechos humanos han existido siempre, ni los Nazis han sido solamente los alemanes de Hitler ni los derechos humanos fueron creados por la revolución francesa y luego consagrados nuevamente con la fundación de las Naciones Unidas al final de la Segunda Guerra Mundial. Siento mucha furia cuando me dicen que hay que entender al hombre en su contexto histórico y con sus contradicciones ideológicas, que si ciertos hombres eran vistos como animales y se les trataba como bestias, no habría genocidio ni racismo, ni derechos humanos allí. este es para mí la gran mentira que se ha creado el hombre, claro que el hombre sabía que los demás eran sus iguales, pero el que tiene el poder tiene la fuerza, y así nació y continua la explotación entre los hombres. Ahora ya no se trata de esclavizar físicamente a los demás necesariamente, sino que se han desarrollado finos mecanismos de servidumbre mental, algunos le llaman TV y el culto por la comodidad, pero que producen el mismo efecto.
Nazis fueron los que esclavizaron a los negros africanos y los obligaron a trabajar como bestias en el Brasil, Perú, Estados Unidos, el Caribe, Nazis fueron los que exterminaron a los indígenas americanos, Nazis son los que no te dejan entrar a una discoteca porque eres negro o cholo, Nazi es el Oso porteño que asesinó de un tiro xenofóbico a un inmigrante en la película argentina Bolivia, Nazis son los que destruyen un país para robarse sus recursos naturales, Nazis son los que se divierten matando a los niños palestinos, Nazis son los que crean campos de concentración en Australia, Inglaterra, el Norte de Africa porque le tienen miedo a los inmigrantes, Nazis son los que lanzan insultos racistas en los estadios del mundo, Nazis son los que lanzaron las bombas atómicas, Nazis son los que después de la derrota de los Nazis reocuparon sus dominios coloniales como si no hubiera pasado nada, Nazis han existido siempre y es el deber nuestro de desenmascararlos y decirles no pasarán, están aquí o allí mismito caminando de lo más tranquilos por las calles de nuestra aldea global.

martes, marzo 14, 2006

Adelgrasa



Esta es una historia de la vida real, no un capítulo de algún reality show.

Antes de regresar a Lima, era consciente que estaba un poco subido de peso, pero a la vez sabía que no iba a bajar las libras que tenía de más en esta semana que iba a pasar en mi querida y contradictoria ciudad donde el aquí sería pleno y cobraría un completo sentido para mi cuerpo. Así que comencé a visitar a la familia y a los amigos de siempre y todos muy contentos de verme hasta que en un determinado momento, lo dijeron, lo inevitable irrumpió en sus comentarios, estás gordo, ¿qué estás comiendo?, hay que hacer dieta, si comes arroz no mezcles con papa, Inka kola light, yogurt, comidas bajas en condimento, hay que arreglarse un poco más, es decir, había perdido mi encanto. El inclemente frío bostoniano había dejado su huella en mi cuerpo rico en grasas saturadas, bajo en fibras. soy de los que suele cocinar y disfrutar de los excesos de la cocina casera, lo que en Lima no me engordaba, allá me hacía traspasar las fronteras del reino de mi normal anatomía, sin lugar a dudas la comida, llámese carnes, verduras y frutas es más sana aquí que allá, soy de los que piensa que a la comida, ellos le meten algo más o de que su agua potable es generosa en vitaminas. No soy asiduo concurrente de los locales donde se vende comida chatarra, mi gordura no se puede explicar por el abuso de ésta. La temporada invernal inevitablemente me deprime y uno tiene que ser más pragmático a la hora de vestir, no lo que te quede bien, sino algo que te abrigue bien. El pelo demasiado largo, la barba crecida, sí, necesitaba una reingeniería as soon as possible. En estos días, Lima me recibe con un sol esplendoroso, me cambia el ánimo por completo, aunque igual tengas que pelearte por todo porque así es nuestra ciudad, así que fui de compras y me arreglé un poco, la panza no ha bajado, pero las camisas y no los polos me hacen lucirla menos, pasar piola, como quien dice, la panza se ha estacionado en el vientre de una madre de cuatro meses de gestación.
En estos días trato de olvidarme de los problemas, sólo descansar y pasarla bien es mi prioridad, pero siempre se manifiestan en mi cuerpo y en mi espíritu esa precariedad y luchas internas, que no demonios interiores, lo siento Varguitas, digo, luchas internas y precariedades que desde muy niño me asolaban, no tengo un lugar en el mundo, mi cuerpo es mi única casa y huyo con ella adonde sea, sin pausa, sin mínima esperanza de encontrar la tierra prometida, es por esta razón que algunos dicen que me adapto muy bien adonde voy , pero esto es así porque soy un desarraigado, descentrada alma gitana en cuerpo de adulto panzón. Esta sensación no me hace percibirme más gordo o menos flaco, pero lo que he ido aprendiendo con el correr de los años es que lo que escribo son los ladrillos que han ido edificando mi propia casa, esa que no existe en el mundo real, pero que para mí es la verdadera, mi propia casa es la escritura en cualquier rincón de un planeta que en su forma asemeja el punto final o la panza de un poema que recorre la eternidad, un maravilloso mar por venir.

Aquí están pasando cosas



Aquí están pasando cosas es el lema publicitario de la aerolínea colombiana Avianca, en este corto pero revitalizador viaje a Lima, me he subido a por lo menos cinco aviones de esta aerolínea y lo primero que te ponen en las pantallas de sus aviones es lo maravilloso que significa viajar y compartir tus experiencias y emociones con tus seres queridos, en un ambiente de armonía y felicidad, en este sentido Avianca te ayuda mucho en que este regreso sea una experiencia reconfortante, bueno así lo dice su publicidad.
Al llegar al aeropuerto de Medellín, sin embargo, te das cuenta que están pasando cosas y no necesariamente las que aparecen en la pantalla del avioncito. Militares por todos lados con grandes metralletas, carros del ejército que circulan sin parar, uno tras otro por las diferentes carreteras que dan al aeropuerto, militares que en vez de hacer que tu experiencia sea al menos calmada, lo que provocan es miedo, están por todos lados y son muchos, de que están pasando cosas en Colombia todo lo sabemos y esta presencia agobiante de las sofisticadas armas americanas en manos del ejército colombiano, demuestran que el gobierno conservador de Alvaro Uribe no ha logrado acabar con lo que prometió al inicio de su mandato, es decir, terminar la guerra interna que vive Colombia, a lo que hay añadir el narcotráfico. Pero no todo quedó allí, ya sentado en el avión rumbo a nuevayol, y con lo que me costó meter la pesadita y complicada maleta de mano en uno de los compartimientos de la nave, me tocó ser premiado, por esas experiencias que no les deseo pero a nadie ni a mis peores enemigos, yo estaba ya durmiendo listo para partir y el hombre que estaba sentado a mi lado, me despierta, y me dice te está llamando el aeromozo. A ver señor, puede sacar su maleta del compartimiento, pensaba, bueno quizás la pondrá en otro lugar porque ocupa mucho espacio y así pueden entrar más cosas de los demás viajeros, pero no era eso, en la puerta de la aeronave me esperaban unos milicos con sus drogadictos pastores alemanes, a ver venga para acá, señor, abra su maleta, le vamos a hacer un chequeo, disculpe por qué me han elegido a mí, es simple rutina señor, no se preocupe, así fue que el marcial militar con su gesto autoritario empezó a manosear mis pertenencias que acababan de ser vejadas en diferentes controles previos a la subida del avión, es decir, aquí están pasando coca, era lo que quería decir el lema de Avianca en realidad. Pasar coca con todos estos controles sería una tarea digna del Tom Cruise de Misión Imposible 1, 2 y 3 o de David Cooperfield o del ya olvidado Harry Houdini, es imposible, y los que quieran hacerlo por alguna necesidad, se los digo, no lo hagan, es imposible, simplemente. Ustedes lo están haciendo porque soy peruano, no señor, que va, es solo rutina, con los ojos en llamas me enfrenté al militar que mostraba orgulloso su indumentaria made in USA, esto es discriminación porque soy peruano y ustedes creen que todos los peruanos traficamos con drogas, voy a presentar una queja formal contra su aerolínea, esto es una vil discriminación, el militar me miraba también con colera, y los trabajadores de la aerolínea con frustración porque no se encontró lo que tanto buscaban y sospechaban que aparecería delante de sus ojos, el deslumbrante oro blanco, la próxima vez, tendrán más suerte con otro latinoamericano, porque aquí están pasando cosas.

Amerika, the young



Les dejo aquí un articulito que publiqué ya hace un buen tiempo atrás sobre uno de mis cineastas favoritos, Lars Von Trier.

The house is not there
LARS VON TRIER


Boston, Nueva Inglaterra, una de las sedes de la intelligentsia estadounidense, sábado, once de la noche, ha acabado la función de la nueva y muy polémica película de Lars von Trier, Dogville. El lleno de espectadores de las siete de la noche contrasta con los aplausos finales de los pocos jóvenes y ancianos rubios que, sin embargo, hicieron retumbar las cómodas instalaciones del Harvard Film Archive.
Algunos muchachos estadounidenses, hartos de propuestas estereotipadas y de fácil digestión, se preguntan por qué el cine de Von Trier en dicho país no ha tenido una generosa acogida tanto por el público, la crítica o los mismos cineastas. Por un lado, su propuesta no se presta para el discurso épico propio de las megaproducciones y, por otro, la sátira cruel que hace de su imaginación y sus valores nacionales le ajusta más la soga al cuello en el suplicio imaginario que se le ha preparado a Von Trier “el malo” como a una de las tantas “brujas” que ahorcaron en Salem, no imaginariamente. 
La temática de Dogville incide especialmente en la doble moral de una sociedad, exagerada satíricamente, que oculta prácticas aberrantes como abuso sexual, esclavitud y administración irracional, pero “políticamente correcta” de la justicia que subyace en imaginada democracia. Asimismo, la propuesta estética es sorprendente, como en cada una de sus películas, con una nueva muestra de ingenio, al estilo del “olvidable” Godard. El escenario está compuesto por un pueblo dibujado con tiza, los interiores de las casas y sin ninguna frontera entre el espacio público y privado. Así podemos ser conscientes de todo lo que pasa en el pueblo y con cada uno de los personajes. Nada se mantiene oculto.
El lente de la cámara nos pasea por la vida de Grace (Nicole Kidman) en el pueblo de Dogville, en Colorado. Grace encarnará a una doble alegoría, la mujer virtuosa, vejada y degradada por los pobladores de Dogville, no sólo los campesinos, sino también padres ejemplares, ancianos ciegos, niños, mujeres devotas y afroamericanos. También es la extraña que debe ser castigada por la sospecha de que algo malo encarna.
El otro personaje principal, Tom Edison (Paul Bettany), será respectivamente Thomas Alva Edison, la figura alegórica del buen científico americano, que comenzó pobre y que luego se convirtió en dueño de una corporación. Este Tom será el que con sus razonamientos lógicos logrará que Grace permanezca en el pueblo para finalmente traicionarla y entregarla a los delincuentes, que la buscan desesperadamente.
Asimismo, Tom es Tom Sawyer, el niño inocente y travieso nacido de la pluma de Twain, retrato del ciudadano americano ejemplar, que vive en un idílico sur norteamericano, donde todos la pasan tranquilamente, lo que contrasta sospechosamente con el racismo y la injusticia social que existía realmente en esos pueblos. Finalmente es Tom Cruise, ex marido de Nicole Kidman. De esta manera, la escena final en la que Grace asesina a Tom –Cruise– le da ese toque de humor negro y sátira cruel, propia del cine de Von Trier, y que no ha sido tomado en consideración por los críticos que no pueden diferenciar entre una propuesta satírica y un discurso épico o dramático. Esta sátira queda claramente establecida en los jocosos enunciados que abren cada sección en la que se divide la película de tres horas de duración.
Además, tenemos a los gánsteres, que son identificados claramente por sus trajes, discurso y metralleta, en oposición a las otras gangs –el pueblo–, que se ocultan detrás de su máscara de hermosa comunidad uniforme. Es importante, en este sentido, destacar la participación de James Caan (the big man) finalizando la película, también conocido por encarnar a Sonny, el hijo de Vito Corleone en El padrino. Ahora lo vemos como el padre mafioso de Grace. De esta manera, Von Trier nos hace más evidente el diálogo con el género gansteril, como ha sido común en otras películas su conversación con el documental, el musical, el filme noire, entre otros. 
Lo que no se espera el espectador es que los “malos”, los gánsteres de metralleta y terno, sean los salvadores de la muchacha. Aquí Grace, la virgen sacrificial, deja su lugar a la femme terrible Kali, sedienta de sangre y que exige el sacrificio del pueblo entero para saciar su venganza. Lo consigue a manos de los esbirros de su dadivoso padre. Finalmente, lo único que sobrevive y que también le da nombre al pueblo es el perro que estuvo dibujado con tiza durante toda la película y que sólo lo oímos ladrar, y que recobra toda su corporeidad. Hasta aquí el cuento de hadas en ácido.
Pero “Góngora” Von Trier tiene muchas muñequitas rusas que salen de sus mangas y hace más cruel y denodado el esfuerzo crítico. Primero comienza a soltar decenas de fotos, primero en blanco y negro, y luego en color de los pueblos americanos, Dogvilles, de “la depresión” hasta el presente, donde las maravillas de la civilización moderna no aparecen por ningún lado, es decir, higiene, alimentación, vivienda digna, sino todo lo contrario: desposeídos, alcohólicos, drogadictos sin casa, niños y familias americanas muriéndose de hambre, realidad que también existe en las calles de Estados Unidos de América. Entonces, el “sucio” Von Trier permitirá que el espectador establezca este nexo demoledor: lo que acabamos de espectar por tres horas ha ocurrido en USA.
No podemos negar el alto nivel pretencioso de la película y que de alguna manera se configura dentro de la visión eurocentrista de denuncia y burla de las costumbres de los “bárbaros americanos”, pero que silencia, a su vez, la crisis poscolonial de una Europa decadente y nada ejemplarizante. Finalmente, quedamos devastados y extenuados que pedimos un lugar junto a ti en la horca de Salem, si nos permites tamaño privilegio, brujita danesa.

Se nos fue el Chef



La voz que hacía uno de los más entrañables y jocosos personajes de la que era una de mis series favoritas, South Park, se retira del programa. Isaac Hayes un veterano cantante de soul de 63 años comentó que se alejaba del programa porque la sátira que destilaba el programa había excedido los límites y de lo que trataba ahora era de una actitud intolerante hacia otras creencias religiosas. Isaac es miembro de la Iglesia de la Cientología, y en uno de los programas se burlan ferozmente de esta religion y de uno de sus más famosos creyentes y difusores, Tom Cruise. No está demás comentar que en cierta medida esta renuncia sería también un eco de la gran vatahola que se armó alrededor de las caricaturas aparecidas en Europa burlándose de Mohamed o Mahoma, y en este sentido cabría nuevamente preguntarnos, ¿cuál es el límite de la libertad de expresión? ¿O es que se trata de un dios intocable?
Sátira ha existido desde que el hombre empezó a caminar por la tierra, pero la sátira ha presentado siempre una doble significación en la que los críticos nunca se han puesto de acuerdo, la sátira ha tenido dos caras desde sus inicios, como el rostro de Jano, es revolucionaria y crítica contra el sistema, pero al mismo tiempo lleva en sí el germen de un espíritu conservador. En la sátira existe una crítica al status quo, a la decadencia de los valores, es decir, tiene una matriz pedagógica que busca el regreso a un orden anterior perfecto. Pero también la sátira tiene otra vertienete que es la mera burla de todas las creencias de los hombres y de las características físicas de los mismos, descentrar, diseminar todo, sin un centro ético integrador desde el cual se hable, así sería una de las primeras manifestaciones de lo que conocemos como espíritu posmoderno, con esta afirmación estaría cayendo en un anacronismo, pero creo que la asociación es pertinente. Una de las críticas que hacen pensadores marxistas como Terry Eagleton sobre la posmodernidad es que ésta, al haber volado en mil pedazos las grandes narrativas de la historia y el sustento ideológico de las mismas, cae en el juego de los espíritus conservadores, ya no hay una jerarquía de opiniones, no hay lugar para la ética, la opinion de un neonazi o un extremista religioso está al mismo nivel que un defensor de los derechos humanos o del medio ambiente. Eagleton reconoce que la deconstrucción derridiana ayudó mucho a desarmar las falacias que sustentaban la metafísica occidental y el orden moderno, pero sin embargo, estas mismas estrategias servían y, en algunos casos, han sido utilizadas para desarmar las críticas a posiciones autoritarias, es decir, tú tienes tu rollo, yo tengo el mío, sólo tenemos diferentes opiniones pero lo que tú dices no es la verdad ni tampoco lo es lo que digo, es decir, el reino del relativismo absoluto. En el caso de South Park pasó lo mismo, la sobreexposición de su sátira, que se burla de todo, la risa desarticuladora, que en un principio tenía como función la puesta entre paréntesis de todas las creencias de la sociedad norteamericana, tuvo como resultado en cierta medida, un efecto boomerang, donde el gesto liberador puede ser leído como un comportamiento conservador a imitar, la actitud fascista e intolerante de Cartman, es un ejemplo de muchos.